Las hermosas imágenes captadas por el fotógrafo de EL TIEMPO Juan Vargas en el humedal Jaboque (Engativá), noroccidente de Bogotá, dan cuenta de la riqueza avícola que este ecosistema guarda y que promete convertirse en un santuario de inmenso valor paisajístico y ambiental. Monjitas, patos canadienses, tinguas, chorlos, garzas y otras especies nativas y visitantes han encontrado aquí el hábitat ideal para su reproducción y descanso tras largas travesías.
Bien es sabido que nuestro país es una potencia mundial en este frente y que es justamente el avistamiento de aves una de las apuestas del Gobierno Nacional para promover el ecoturismo. Pues bien, a juzgar por las imágenes captadas recientemente, la capital no es ajena a esta realidad y por ello ha valido la pena la millonaria inversión que la Alcaldía ha hecho para recuperar el Jaboque.
Desde la pasada administración se empezó a trabajar en la protección de estos espacios. Y en el caso del Jaboque, en el último año y medio, la Empresa de Acueducto invirtió cerca de 3.000 millones de pesos para la restauración plena de cinco hectáreas.
Lo que sigue ahora no es solo salvaguardar lo que se ha hecho, sino redoblar esfuerzos para que este tipo de bienes se sigan amparando, como tantos otros que privilegian a la capital. Según la Fundación Humedales de Bogotá, hay 15 de ellos reconocidos, 19 sin reconocer y alrededor de 30 cuerpos de agua presentes en colegios, universidades, parques, cementerios y clubes privados, además de sus cerros, su sabana y el mismo río que la atraviesa de norte a sur.
La ciudadanía tiene que ser la principal vigía para que ello suceda. Hay una inmensa deuda con estas áreas que durante décadas fueron reduciéndose hasta –en muchos casos– desaparecer, ignorando el valor que representan en términos ambientales, culturales y pedagógicos.
Hoy hay más conciencia, se invierten más recursos, hay veedurías y amigos de los humedales. Y por eso es posible que milagros como el del Jaboque se den y que, esperamos, puedan copiarse en El Burro o en Tibanica, por ejemplo.editorial@eltiempo.com