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María Dolores Pradera

Falleció una valiosa actriz, cuya carrera ha vuelto a revisarse con respeto y con admiración.

Editorial .
Murió este lunes 28 de mayo, a los 93 años, la cantante madrileña María Dolores Pradera: su voz fuerte, elegante y dramática, que interpretó a su manera versiones definitivas de canciones como 'Arrimaditos', 'La flor de la canela', 'Fina estampa', 'Toda una vida' y 'Que te vaya bonito', ha estado escuchándose en el mundo entero desde que se conoció la noticia de su muerte. Pero también su talento como actriz, que comenzó en el cine y en el teatro, ha vuelto a revisarse con respeto y con admiración: ella interpretó personajes emblemáticos de la historia del drama desde la Melibea de 'La celestina' hasta una de las mujeres transformadas en 'El rinoceronte'.
Nacida el 29 de agosto de 1924, hasta el final vivió una vida llena de buenos amigos y admiradores, y de una dignidad y una juventud que eran solo suyas, amparada por su cándido sentido del humor. Luego de sobrevivir a la Guerra Civil, a la muerte de un padre cariñoso al que veía a duras penas en las vacaciones, a una primera vida entregada en cuerpo y alma a la actuación –y después de separarse, en 1957, del icónico Fernando Fernán Gómez–, emprendió una carrera musical que puso la canción hispanoamericana en el mapa de España y que dio estatura a la obra de algunos de los principales compositores españoles de los últimos tiempos.
María Dolores Pradera, cantante.

María Dolores Pradera, cantante.

Foto:EFE

Pradera no le tuvo miedo a ningún género: ni al tango, ni a la ranchera, ni a la cumbia, ni al fado. Si los principales cantantes de su país han estado despidiéndola como una maestra, si gente como Ana Belén, Joaquín Sabina y Alejandro Sanz han estado rindiéndole homenaje, es porque siempre fue clara su maestría, su manera irrepetible de interpretar la canción popular. Su hija Helena ha pedido “que se la recuerde como maravillosa madre, persona y artista”, y ha resumido de manera inmejorable lo que significa Pradera para el público: “No he podido ni llorar esta mañana de la cantidad de recados que he tenido de todo el mundo”. Así será de ahora en adelante.
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Editorial .
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