Todo el mundo tiene su James Bond favorito. Esto es: todo el mundo tiene un actor favorito entre los seis que interpretaron alguna vez al agente secreto británico James Bond. Pero el preferido de quienes crecieron en los años 80 será siempre el difunto Roger Moore, quien partió este 23 de mayo. Por su desenfado, por su elegancia, por su capacidad de ir del coraje al humor de una escena a la siguiente.
De Vive y deja morir (1973) a En la mira de los asesinos (1985), este gran actor apareció en siete películas como el sofisticado espía 007, y consiguió sacudirle al personaje el carisma que le había dado el primer actor que lo interpretó en la serie producida por Harry Saltzman y Albert Broccoli: el escocés Sean Connery.
Roger Moore debutó en 1973 como James Bond.
Archivo particular
Luego de ser Bond, Moore participó en numerosas producciones, fue embajador de buena voluntad de la Unicef y obtuvo el título de caballero de la Gran Bretaña en el 2003, pero su encantadora interpretación del agente secreto lo convirtió desde el principio en algo semejante a un miembro de la realeza. Resulta increíble recordar que en los años 60, de 1962 a 1969, Moore fue reconocido en el mundo entero, sobre todo, por interpretar a aquel aventurero llamado 'El Santo' en la serie de televisión del mismo nombre. Y que, antes de convertirse en un popular actor desde Estados Unidos hasta Inglaterra, en los 50 fue un actor de reparto en varios de los estudios principales de Hollywood.
Moore ha sido despedido con un amor que es la mejor prueba de que fue la persona que parecía ser: Michael Caine confesó que estaba tan triste que era incapaz de hablar de Moore sin ponerse a llorar; Ewan McGregor le dio las gracias por luchar durante 25 años por los derechos de los niños; Paul McCartney habló tanto de su corazón de oro como de su sentido del humor; Sean Connery reconoció que su amistad, “llena de chistes y de risas”, fue muy larga para los estándares de Hollywood; Pierce Brosnan lo llamó “magnífico”; Daniel Craig declaró: “Nadie lo hace mejor”.
Y fue claro, entonces, que Moore fue uno de esos seres que ponen de acuerdo a las personas que van encontrando por el camino.
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