¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Al ciclista se lo protege

La racha de accidentes reabre el debate sobre los biciusuarios y su vulnerabilidad en la vía.

Editorial .
Tan solo ayer nos referíamos a la inseguridad que golpea a los ciclistas en las ciudades –particularmente en Bogotá–, cuando empezaron a conocerse varios hechos relacionados con el otro drama que ellos mismos enfrentan: la intolerancia en las vías. Las noticias hablaban de atropellamientos de grupos de ciclistas en calles o avenidas y de conductores que se daban a la fuga. Pero el caso que horrorizó al país fue el de José Antonio Duarte, quien fue embestido por un furgón en la variante entre Chía y Bogotá, cayó del puente vehicular 4,5 metros y murió en el acto. El responsable también huyó.
Este año han fallecido 35 ciclistas en carreteras de Cundinamarca, 4 por mes, lo cual es realmente vergonzoso. Ya no existen palabras para pedir a conductores de vehículo mayor cuidado y respeto por la integridad de quienes van en bici. Campañas, leyes, decálogos, jornadas pedagógicas... De todo se ha intentado para que se entienda que el ciclista es un usuario más de la vía, el más frágil después del peatón, y que tiene tanto derecho a ella como quien va en carro o en camión.
Lo sucedido confirma una verdad de a puño: en el espacio vial se libra desde hace rato una guerra entre ciclistas y conductores. Es probable que haya una cuota de responsabilidad de los primeros, lo cual está mal, pero ello jamás puede ser disculpa para sacarlos del camino, y menos utilizando un vehículo como arma de ataque. Porque eso es lo que simboliza un automotor frente a una bicicleta: la superioridad para amedrentar y causar el mayor daño posible, así ello signifique la pérdida de una vida.

Lo peor que nos puede suceder como sociedad es que normalicemos el hecho de ver morir ciclistas en la vía pública. Eso es inaceptable.

Cada vez hay más gente que usa bici, las autoridades las promueven, la gente las utiliza para ir al trabajo, el estudio o como recreación. Alrededor de 1,2 millones de viajes en este medio se hacen al día en Bogotá y Cundinamarca. La pandemia incrementó su demanda, una buena noticia para la movilidad, para el medioambiente y la salud. Lo malo es que en la capital mueren más de 60 ciclistas al año, y más de 400 en el país. Por tal motivo las autoridades no pueden bajar la guardia a la hora de promover campañas de cuidado con los ciclistas, ni ahorrar recursos en infraestructura para su movilización segura.
El mismo llamado hay que hacerle a la justicia. Aunque el hombre del furgón que provocó la muerte de José Antonio fue capturado, quedó libre por orden de un juez tras un errático proceder de la Fiscalía. En Bogotá, por otro lado, han sido capturados no menos de 300 ladrones de bicicletas, y ninguno está preso por tratarse de un delito de mínima cuantía. Difícil así.
Ahora que se discuten los planes de ordenamiento territorial, sería bueno que la ciudadanía mirara con lupa qué hay en ellos para los biciusuarios. En el mismo sentido, la norma debe dejar claro que el uso masivo de la bicicleta en ciertos días no puede afectar la productividad de una región ni el bienestar de una comunidad, como sucede en algunas regiones.
Hay que seguir abogando por la seguridad de los ciclistas si queremos una sociedad más igualitaria y consciente del momento que vivimos. Entre todos, ciclistas, conductores y peatones, se puede aportar para que así sea. Lo peor que nos puede suceder es que normalicemos el hecho de ver morir a los ciclistas en la vía pública. Eso es inaceptable.
EDITORIAL
editorial@eltiempo.com
Editorial .
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más Editoriales

Sin tregua

Los golpes recientes a la delincuencia en Bogotá dejan ver que la estrategia va bien encaminada.

El paso de la ONU

Pese a reacciones ante la resolución que pide un cese al fuego en Gaza, esta postura trae esperanza.

Una respuesta necesaria

Lo que Colombia le puede aportar al país vecino es contribuir a que celebre elecciones libres.

Días de reflexión

Es importante el llamado de la Iglesia sobre temas que se discuten en el Congreso y en el de la paz.

La nueva casa del FEP

El Estéreo Picnic graduó al Simón Bolívar como el espacio propicio para eventos de esta envergadura.

Más por el turismo

Avances del sector mejorarían con incentivos tributarios, promoción a viajeros y más conectividad.

Terrorismo en Moscú

En estos demenciales actos caen seres inocentes, que tienen derecho a la tranquilidad y a la vida.