¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Testimonio de un ‘gatólico’ practicante

Debo admitir que, aunque soy un feliz ‘perrateniente’, mi debilidad son los gatos.

Vladdo .
No sé por qué, al hablar de seres queridos, solo se mencionan personas, sin tener en cuenta a los animales que nos acompañan. Yo creo que, al referirse a los dueños de sus afectos, uno debe incluir a los cuadrúpedos con los que convive y que pasan con uno más tiempo que cualquier ser humano.
Hace diez años rescaté a una perrita de dos meses que una señora abandonó en una veterinaria. Se llama Lina y es una criatura amorosa, con una cara que conquista a todo el mundo. Como buena cocker, es inquieta como una mosca, traviesa como un mico y mansa como una paloma; jamás ha mordido a nadie. Es un poco irascible, pero solo conmigo; sin embargo, su nobleza me conmueve. De hecho, cuando hace alguna pilatuna y me dispongo a regañarla, ella inclina la cabeza, mira para el suelo y lentamente y por su propia voluntad se dirige al rincón ‘de castigo’, donde permanece varios minutos, hasta que le aviso que ya puede salir. Es decir, se reprende sola después de que la embarra.
De pequeña era medio destructora. Durante varios días tuve que andar detrás de ella para que no mordiera los cables eléctricos, hasta que un día se ganó un corrientazo al meterle el diente al cable de un computador y salió disparada mientras se orinaba del susto. El susto fue grande, pero el remedio muy efectivo. Luego descubrió la literatura y se dedicó a devorar libros de cuanto género encontraba; costumbre que abandonó al volverse adulta. No obstante, su dulzura e incondicionalidad hacen que uno olvide todos esos daños. Con las mascotas uno aprende que las cosas materiales –incluso los libros– están sobrevaloradas; tal y como lo hemos podido constatar casi todos en estos días de encierro.

Tres gatos han sido mi parche permanente a lo largo de la cuarentena y no puedo imaginar cómo sería el encierro sin ellos.

Dicho esto, debo admitir que, aunque soy un feliz ‘perrateniente’, mi debilidad son los gatos. Si hay algo de lo que me arrepiento es de no haber tenido uno propio desde mucho antes en la vida, aunque en mi época de infancia nunca faltaron. Hace cinco años adopté a mi primer peludo, al que bauticé Nepal, pues su pelaje gris y blanco me recordaba las montañas nevadas de la cordillera del Himalaya. Luego, a comienzos del año pasado –también por la vía de la adopción– llegó Bruno. Y hace casi dos meses, a ellos dos se unió Hans, un gordo de color champaña que no pudo vivir con sus humanos originales por temas de alergias.
Como Lina se fue a pasar esta temporada al campo, estos tres locos han sido mi parche permanente a lo largo de la cuarentena, y no puedo imaginar cómo sería el encierro sin ellos. Sus juegos, su elegancia, sus carrerones intempestivos, su sutileza, sus ronroneos, sus cariños han hecho estos días mucho más gratos y divertidos. Al contrario de los mitos populares, los gatos son inteligentes y afectuosos. No en vano han sido compañeros de grandes figuras de la cultura y la historia; desde Jorge Luis Borges hasta Frida Kahlo, pasando por Kurt Cobain, Truman Capote, Marilyn Monroe, Henri Matisse, Elizabeth Taylor, Mark Twain, Ernest Hemingway, Pablo Picasso o Lord Byron, que tenía cinco felinos de los que era inseparable. Algunos de ellos, incluso, hablaban de lo inspiradores que pueden ser los mininos, cosa que me consta; pues cuando estoy atascado con una idea o una frase, ellos terminan soplándome, sin hacerme reproches.
En Colombia, claro, no han faltado ‘gatólicos’ célebres, como Germán Arciniegas o Bernardo Jaramillo, fan incondicional del perezoso Garfield. Y hoy, personajes como Darío Jaramillo Agudelo, Margarita Rosa de Francisco o Iván Lalinde, entre otros, saben –al igual que yo– que los antiguos egipcios no podían estar equivocados en su devoción por los gatos.
En resumen, estar guardado en la casa es menos aburrido con la complicidad de un gato. Y si es adoptado, mejor todavía.
Vladdo
puntoyaparte@vladdo.com
Vladdo .
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción