¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Presidente Petro: créales a las víctimas de violencia de género

Es una afrenta para ellas que haya nombrado a Cielo Rusinque en el Dpto. de Prosperidad Social.

Sara Tufano
Primero que todo, felicito al gobierno, en cabeza del canciller Álvaro Leyva, por disipar los rumores que decían que Colombia apoyaba la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua por razones ideológicas. El canciller fue enfático: “Ortega es un violador de derechos humanos”. De igual manera, considero que habría que acatar los fallos de la Haya. Los gobiernos anteriores, los de Santos y el de Duque, desconocieron los fallos. Mal haría el gobierno Petro en seguir ese camino. No existe eso de no cumplir un fallo de la Haya a favor de otro país por el gobierno ser dictatorial.
(También le puede interesar: El día más esperado)
También quisiera referirme a una de las crisis políticas más profundas de la historia reciente de Nicaragua descrita por la socióloga francesa Delphine Lacombe en su texto: “El escándalo Ortega-Narváez o la caducidad del ‘hombre nuevo’: volver a la controversia”.
El 2 de marzo de 1998, Zoilamérica Narváez, hija adoptiva de Daniel Ortega, se atrevió a hablar: “[…] Desde los once años fui agredida sexualmente y de manera reiterada por muchos años, por quien, a pesar de su condición de padre de familia, abusó de su poder, sembró en mí (en aquel entonces una niña) miedos e incertidumbres y afectó emocionalmente el desarrollo de mi infancia y de mi adolescencia. Superar los efectos de esa prolongada agresión, con el acoso, la amenaza, las presiones y el chantaje que la han acompañado, no ha sido fácil […]”.
Como era de esperarse, las reacciones se dividieron: las personas que le creían a la víctima y las que no. Ortega y su camarilla desestimaron las denuncias de Zoilamérica diciendo que, en el fondo, ella estaba enamorada de Ortega; otros decían que estaba “loca”, su propia madre, Rosario Murillo, decía que su hija estaba “trastornada y manipulada”.
Este escandalo fue una prueba política para el sandinismo. Ortega, además de ser el presidente de Nicaragua, era considerado el héroe de la revolución. Con su denuncia, Zoilamérica ponía en cuestión el orden ético que con tanto esfuerzo se había construido. Decía que no quería enjuiciar al régimen, quería que Ortega y Murillo reconocieran la realidad de los hechos denunciados. Se trataba de una denuncia a la doble moral.
La acción colectiva de las mujeres y de las feministas, que en Colombia despectivamente tildan de “extremistas” (así tildaron también a Petro durante años), fue fundamental para que el régimen de Ortega empezara a mostrar su verdadero rostro y a perder credibilidad.

El problema va más allá de la aparente falta de idoneidad de la señora Rusinque, se trata también de su aparente incapacidad para entender y respetar las luchas por los derechos de las mujeres.

La permisividad con este tipo de abusos tiene efectos desastrosos para las víctimas. Por eso es una afrenta para ellas que el presidente Petro haya nombrado a la señora Cielo Rusinque en el Departamento de Prosperidad Social, quien ha sacado provecho de su capital político y su plataforma en Twitter para defender a acusados de distintos casos de violencias de género como Fabián Sanabria, Alex Flórez y Hollman Morris, este último gran amigo de Petro. El presidente Petro parece no entender que hay amistades que más que ayudarle, lo perjudican.
Además, le han hecho creer a la opinión pública que la razón por la que más de 900 personas firmamos el rechazo a su nombramiento es porque estamos en contra de que ella asesore acusados de violencia sexual. Nada más falso. El masivo rechazo evidenciado a través del comunicado y de la etiqueta #NoMiCiela se debe a la forma violenta en que ha encarado esa defensa judicial en los medios de comunicación y a través de su propia cuenta de Twitter: intimidando y revictimizando a las y los sobrevivientes, estigmatizando a los representantes de las víctimas, etc. Solo basta escuchar la defensa que hizo de su cliente, Fabían Sanabria, denunciado por violación, en la entrevista a Blu Radio el 20 de agosto de 20201. Todo esto evidencia que el problema va más allá de la aparente falta de idoneidad de la señora Rusinque para el cargo en el que se posesionó, se trata también de su aparente incapacidad para entender, reconocer y respetar las luchas por los derechos de las mujeres y la subjetividad política de quienes las defendemos.
Petro desestimó a las víctimas de violencia de género. Además, por años, no ha dicho ni una palabra sobre la persecución y hostigamiento a las mujeres que, en su partido y en la izquierda en general, nos hemos posicionado a favor de las víctimas y nos hemos solidarizado con ellas. Que nos tilden de extremistas no detendrá nuestra lucha por la defensa de las mujeres víctimas de violencias basadas en género. Aquí estaremos para recordarles que derrotar al uribismo como régimen político no es suficiente si la estructura cultural que lo sostiene (el racismo, el machismo, el clasismo, la homofobia, la transfobia, etc.) sigue intacta.
Hoy, frente a las violaciones de la dictadura de Ortega recuerdo las palabras de Zoilamérica Narváez: “Se me hizo daño desde el ejercicio del poder supremo de este país, desde una tribuna que hoy nos debe hacer reconocer que el ejercicio de la política debe estar marcado por un profundo sentido ético y humano. Quiero decir con ello que no puede haber una proclama y un discurso político que sea incongruente con una práctica personal, individual”.
Veinte años después, Ortega sigue persiguiendo a las feministas que apoyaron a Zoilamérica, muchas de ellas están hoy en el exilio.
SARA TUFANO
Sara Tufano
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción