close
close
Secciones
Síguenos en:
El engaño populista

El engaño populista

La realidad termina por demoler los mitos populistas. Basta mirar el colapso, el hambre y la pobreza que sufre Venezuela con la revolución bolivariana.

Siete rostros ilustran la portada del libro. Fidel Castro domina el conjunto; lo siguen Chávez, Petro, Rafael Correa, Evo Morales, Michelle Bachelet y Cristina Fernández de Kirchner. ¿Qué tienen en común? Todos ellos representan en 'América Latina el engaño populista'.

Tal es el título del reciente libro escrito por Axel Kaiser y Gloria Álvarez. Él, abogado, escritor y columnista chileno. Ella, una politóloga y relacionista internacional guatemalteca, hija de padre cubano y madre húngara, que se ha convertido en una reconocida figura en toda Hispanoamérica. A Gloria la conocí hace poco más de un año en Porto Alegre (Brasil), en un importante foro convocado para analizar los problemas que enfrenta la libertad en el continente. Para mí fue una revelación. Rubia, atractiva, con una fina y menuda silueta, su fulgurante elocuencia encandiló a los miles de universitarios que se congregaban en la amplia sala de un teatro.

La pregunta que ella se ha hecho siempre y que ha planteado en foros y encuentros sigue más vigente que nunca: ¿por qué se arruinan nuestros países y cómo rescatarlos? La respuesta cabe en una sola palabra: populismo, el mal endémico de América Latina. Axel Kaiser y Gloria Álvarez señalan en su obra cinco desviaciones que alimentan este fenómeno. La primera es un desprecio por la libertad individual y una correspondiente idolatría por el Estado; la segunda es el complejo de víctima según el cual los males que nos aquejan no son responsabilidad nuestra, sino de voraces oligarquías y potencias extranjeras; la tercera es la paranoia antiliberal; la cuarta, el disfraz democrático que visten los regímenes populistas y, finalmente, la falsa obsesión igualitarista que a tiempo que extiende la pobreza hace ricos a los dueños del poder.

El populismo busca ante todo eliminar la libertad económica, anulando el derecho de cada individuo a gozar del fruto de su trabajo. Impone un Estado que todo lo controla y que pretende realizar una redistribución de la riqueza a través de altísimos impuestos, generando altas tasas de inflación, una creciente deuda estatal, una caída de la inversión extranjera, un aumento desmesurado de la burocracia y, fatalmente, un incremento del desempleo y una inevitable corrupción.

¿Cómo logra llegar el populismo al poder por la vía electoral? Ante todo, con la ayuda de un candidato carismático que culpa a los ricos de la pobreza de los pobres y ofrece, como lo hicieron Chávez, Perón, Castro, Allende, Maduro, Evo Morales, los Kirchner y Correa, entre otros, eliminar los privilegios de la oligarquía para lograr, según ellos, un mayor bienestar para las clases populares. A todo esto, el modelo de libertades económicas y políticas queda satanizado con el maléfico rótulo de neoliberalismo.

Todas estas exhortaciones y propuestas presentadas frecuentemente como un noble embate revolucionario al servicio del pueblo atraen en América Latina y España a muchos intelectuales e incluso a altos prelados de la Iglesia católica. El propio papa Francisco, al contrario de lo que pregonaba Juan Pablo II, sostuvo en Bolivia que el dinero era “el estiércol del diablo” y que el capital se convierte en ídolo y guía para esclavizar a hombres y mujeres. El llamado socialismo del siglo XXI revive la mitología marxista que sobrevive penosamente en Cuba.

La realidad termina por demoler los mitos populistas. Basta mirar el colapso, el hambre y la pobreza que sufre Venezuela con la revolución bolivariana. Y no sobra recordar que Argentina, considerada alguna vez como una de las diez naciones más ricas del mundo, fue convertida por los herederos del peronismo en un verdadero desastre económico. Pero digamos la verdad: a tiempo que el populismo naufraga en el continente, estamos expuestos a que las Farc, convertidas en partido político, busquen el poder con esta bandera.


Plinio Apuleyo Mendoza

Más de Plinio Apuleyo Mendoza

Llegaste al límite de contenidos del mes

Disfruta al máximo el contenido de EL TIEMPO DIGITAL de forma ilimitada. ¡Suscríbete ya!

Si ya eres suscriptor del impreso

actívate

* COP $900 / mes durante los dos primeros meses

Sabemos que te gusta estar siempre informado.

Crea una cuenta y podrás disfrutar de:

  • Acceso a boletines con las mejores noticias de actualidad.
  • Comentar las noticias que te interesan.
  • Guardar tus artículos favoritos.

Crea una cuenta y podrás disfrutar nuestro contenido desde cualquier dispositivo.