¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Pacto y Constitución

¿Está Colombia ‘ad portas’ de un gobierno plural, por primera vez en su historia republicana?

Existe un deber matricial, un deber único: “Ir hacia el acceso de los derechos y salvaguardarlos en acción constante”. Mi deber es exigir que el país active la potencialidad de su constitución política. ¡Que Colombia implemente la totalidad de su carta magna, punto!
(También le puede interesar: Recado a la CIDH)
Qué el preámbulo se enseñe, como recital, en las escuelas públicas y privadas:
“El pueblo de Colombia en ejercicio de su poder soberano… con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo… y comprometido a impulsar la integración de la comunidad latinoamericana… decreta, sanciona y promulga la siguiente Constitución Política de Colombia:…”.
Es curioso, por decir lo menos, que después de treinta años de ser promulgada la Constitución política se presente la oportunidad real de que llegue al Ejecutivo un representante del sector mayoritario de la Asamblea Nacional Constituyente; este no es un detalle menor, pues la Constitución es un contrato social de derechos que exige una interpretación sustancial del espíritu constitucional y de una voluntad íntegra para sembrar y ver los cambios de una nación, que debe hacer la transición de un sistema de capitalismo feudal periférico a un modelo socialdemócrata soberano. Por tres décadas no hemos podido desarrollar ni el cuarenta por ciento de todo el potencial de nuestra carta magna. No ha sido posible generar, a lo largo y ancho del país, la interpretación humanista y sintiente de la Constitución ni mucho menos se ha sembrado toda la voluntad requerida para dejar atrás el viejo país de los clanes intimidatorios y las gens familiares iluminadas, que se asumen los ‘iluminados’ para preservar un tipo de Estado, hecho a sus medidas.
Para darle un vuelco a esta obsolescencia se requiere de un proceso de entendimiento en las diferencias, comenzando con el factor genésico de la nación, el cual es el vínculo pueblos indígenas-ecosistemas originarios, esta relación está amparada en el artículo 7.°: “El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana”. Este derecho ha estado en discordancia con el artículo 322.°, que indica la propiedad exclusiva del Estado sobre las riquezas del subsuelo, sin perjuicio de los derechos adquiridos. La reglamentación al respecto y la actitud de los gobiernos nacionales no han podido establecer acuerdos o conciliaciones ante las incursiones extractivistas de empresas nacionales y extranjeras para explorar y explotar estos recursos, generándose así grandes daños colaterales de tipo espirituales y ambientales.
Los artículos y sus jurisprudencias requieren de la participación consultiva deliberante de las poblaciones residentes humanas y no humanas, para avanzar en la toma de decisiones en consenso o en concertación. Durante estos treinta años, el resultado ha sido desfavorable para la salvaguardia de los derechos fundamentales de las poblaciones autóctonas, que han visto desaparecer sus biosistemas únicos de manera irreparable; ejemplos recientes de esta incongruencia jurídica son los casos de los complejos industriales de energía eólica instalados en la Alta Guajira, en claro detrimento ambiental y del patrimonio cultural (mundo Pulasü) de la etnia wayú.
Estas inconsistencias legales seguirán el camino del “desarrollismo discriminatorio”, desde el poder político-económico de los enclaves corporativos de orden vertical… y no se vislumbra en el horizonte de estos tiempos un cambio de perspectiva que les permita a los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos ser sujetos decisivos en la toma de decisiones y agentes coadministradores de los proyectos sustentables en marcha.
En el estrecho panorama político de Colombia, hoy solo se puede distinguir un proyecto novísimo de participación ciudadana alrededor del bien común, es el Pacto Histórico; es este una plataforma de iniciativas alrededor del bienestar con el entorno y hacia el bien vivir con el espíritu. El Pacto Histórico puede entenderse como espacio de convergencia sobre lo fundamental y como herramienta funcional de la ‘res publica’, lo cual indica que el colectivo crea el programa y la metodología, y se construye, de esta manera, un liderazgo plural que termina controlando toda pretensión de caudillismo en su interior.
¿Está Colombia ‘ad portas’ de un gobierno plural, por primera vez en su historia republicana? ¿Tendrá el Pacto Histórico la oportunidad de poner en marcha la potencialidad de la Constitución Política? Particularmente creo que sí, con el Pacto Histórico el país podrá entrar en una etapa de construcción de verdadera democracia participativa, que nos permitirá redescubrirnos como seres sentipensantes transformadores, dispuestos a cargar sobre sus hombros el peso y la levedad de sus propias capacidades y contradicciones, hacia una nación incluyente, sustentable e investida de paz. El Pacto Histórico configura el concepto del Kaziyadu (‘nuevo despertar o renacer’ en lengua huitoto), que nos expuso hace unos años el maestro Fals Borda.
MIGUELÁNGEL EPEEYÜI LÓPEZ
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción