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Tres y pico

¿Hay algo que el Gobierno pueda hacer para mejorar este mediocre crecimiento?

Mauricio Vargas
Cuando estaba en primaria, hace ya medio siglo, y alguien sacaba una calificación de 3 en un examen, le decían que había pasado raspando. Aunque venía bien evitar una rajada, había poco que celebrar, pues 3 estaba muy lejos de 5, la nota anhelada. Con el crecimiento económico de países como el nuestro, sucede algo similar: por debajo de 3 es malo, 4 es bueno y 5 es excelente. ¿Qué pasa cuando la cifra es el 3,3 %, como le ocurrió a Colombia en 2019, según informó el Dane este viernes?
El país no se rajó. Pero estuvo lejos de 4, donde la nota comienza a ser buena. Es un crecimiento mediocre, aunque, como en el colegio, sirve de consuelo que los demás alumnos hayan sacado peores calificaciones. En el salón de clases de América Latina, la de Colombia es una nota destacada comparada con la de Argentina, que anda en recesión; México, que también retrocedió (-0,1 %); Brasil, que anda estancado (0,9 %); Chile –por años el mejor alumno del salón–, que apenas crecerá 1 %, o Perú (2,2 %). Solo Bolivia, con 4,4 %, nos gana. De Venezuela (¡que caerá un aterrador 35 %!) ni hablemos.
Estamos por encima del promedio de la clase (1,8 % para América Latina y el Caribe), y aunque no está mal, tampoco da para echar las campanas al vuelo: para un país con las necesidades de desarrollo de Colombia, crecer por debajo del 4 % impide bajar el desempleo (que anda arriba del 10 %) y reducir la pobreza.
Lo grave es que, si bien en diciembre las cosas pintaban mejor para 2020 y algunos nos ilusionábamos con que Colombia se acercara al 4 % este año, la realidad está resultando menos halagüeña. La tragedia sanitaria por la expansión del coronavirus en China tiene buena parte de la culpa. Y aunque es probable que el virus no se riegue por todo el planeta, sus efectos económicos ya rebasan fronteras.
La economía china, que creció alrededor del 8 % durante los primeros años del siglo, se mantuvo por encima de 6 % en esta década. Eso implicó que cientos de millones de chinos salieran de la pobreza y generaran un consumo masivo de alimentos y manufacturas, lo que impulsó el conjunto de la economía mundial. Pero con el coronavirus, que ha impuesto el aislamiento y la parálisis casi absoluta de varias regiones chinas, así como la suspensión de numerosas actividades de industria y comercio, los expertos calculan que, al menos durante el primer trimestre del año, la economía del gigante asiático apenas crecerá 2 %.
Semejante frenazo golpeará a todo el mundo. Para empezar, echó para abajo los precios del petróleo y de muchos alimentos y materias primas, pues China los consumirá menos. Ya el Fondo Monetario Internacional corrigió a la baja las perspectivas del crecimiento planetario. Y en cuanto a Colombia, los cálculos apuntan a un alza similar a la de 2019, varias décimas por debajo del 4 %, la nota a partir de la cual podríamos estar contentos.
¿Hay algo que el Gobierno pueda hacer para acercarse a ese 4 %? Como se trata de una crisis global, el margen de maniobra es estrecho. Pero hay frentes donde la inversión pública podría ayudar a sumar algunas décimas. Garantizar los subsidios para la vivienda social y no limitarlos por razones fiscales sería un buen paso. Rodear de certezas las concesiones viales y seguir destrabando obras viales paradas ayudaría. Ejecutar sin tardanza proyectos de infraestructura portuaria que están demorados también serviría. Menudo desafío para un gobierno que no siempre actúa con la debida celeridad.
* * * *
Una joya. Espectacular el libro ‘Chiribiquete’, de Carlos Castaño-Uribe, que editó Sura, no solo por sus preciosas fotos, sino por los textos del autor, quien es, por demás, el descubridor de uno de los mayores tesoros ambientales y antropológicos del planeta, el Parque Natural Serranía de Chiribiquete.
MAURICIO VARGAS
mvargaslina@hotmail.com
Mauricio Vargas
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