Con la frente en alto
Es imperativo denunciar y exigir un ambiente laboral sano, equitativo y respetuoso.

Caemos unos y otros como moscas y el ritual de la muerte debemos vivirlo por Zoom.
Es una irresponsabilidad ignorar el clamor de un pueblo por el bienestar de un aliado político.
Que sea este triunfo de la protección a la prensa el primer paso para redoblar esfuerzos.
Fue grato volver a la calle, al teatro, a ese ritual que repetimos desde la Grecia antigua.
Hoy somos una versión adolorida, traumatizada, con miedo de socializar, terror a estar solos.
Debemos escuchar a los jóvenes, respetar sus opiniones y no hacer sentir que son un obstáculo.
Numerosas naciones subdesarrolladas tendrán que esperar meses antes de una reactivación segura.
Ya es hora de la despenalización del aborto, de que la vida de una mujer valga más que un sacramento
Miles partieron para recibir, no un trabajo, sino un tiro en la sien o un uniforme de guerrillero.