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La sostenibilidad sigue siendo un reto

No se ha consolidado una apuesta de desarrollo sostenible a través de la ciencia y tecnología.

Hoy, cuando enfrentamos una de las mayores crisis sociales, política y ambiental del planeta, es necesario profundizar sobre el discurso, las estrategias y las acciones para la sostenibilidad. Me resulta muy interesante hablar de sostenibilidad en el contexto de las expectativas que genera ser un país modelo. La sostenibilidad requiere de coherencias en las políticas, programas, estrategias, acciones y en la inversión. La sostenibilidad va más allá del discurso y la demagogia, requiere de la generación e implementación de políticas de Estado y de apropiación por parte del sector productivo y la sociedad.
Somos un poco más de 7.900 millones de personas y eso que en la estadística no contamos las demandas de los otros seres vivos que cohabitan en este universo. Un modelo sostenible requiere de una gran comprensión y sincronización entre la dimensión macro y micro para atender las demandas de una población que crece. Además, requiere que conciliemos nuestras posturas absolutistas e impositivas porque en realidad lo que necesitamos es sincronizar la capacidad con la demanda para mantener el equilibrio social y biológico. Cualquier acción por fuera de la sostenibilidad ambiental genera un desequilibrio en este y en cualquier otro plantea.
En relación con esto, es inevitable la producción a grandes escalas y, por tanto, la industrialización que atiende esas demandas macro. Sin embargo, es necesario incluir dentro de esta decisión el razonamiento de la construcción de alternativas social, ambiental y económicamente rentables. De otro lado, es necesario promover e incentivar procesos micros de abastecimiento endógeno en lo local que permite la consolidación de cadenas de valor que contribuyen a la disminución de la dependencia externa total y le aporta a la posibilidad de construir autonomía económica y territorial que contribuyen al propósito macro de la sostenibilidad.
No garantizar calidad de vida en los territorios es una amenaza latente que ha llevado al ejercicio de actividades ilegales e insostenibles permeadas por una cultura narcomafiosa introducida. De otro lado, cuando la actividad económica no agrega valor en lo local, ni oportunidades de calidad, se genera un detrimento del capital social y ambiental. A esto nos arriesgamos cuando no incorporamos la variable social y territorial que al final termina generando violencia y desplazamiento. La sostenibilidad requiere un Estado que proporcione las condiciones habilitantes y acciones que construyan justicia social y económica.
Una de las acciones debe estar relacionada con dar mayor valor al conocimiento para toma de decisiones, para la construcción de políticas públicas ambientales y de crecimiento productivo, concertadas y validadas desde una apuesta de equilibrio social y biológico. Una acción que niega o promueve el uso de un recurso sin previo análisis del valor de ese recurso y concertación dentro del uso tradicional es una decisión que genera conflictos.
De otro lado, la sostenibilidad requiere inversión y convencimiento del sector privado, también precisa de un sector financiero entrenado y listo para invertir en portafolios verdes no tradicionales. Se necesitan crear más programas de inversión y capital de riesgo que les apunten por ejemplo a los resultados de investigaciones que les aportan a soluciones de bajo impacto ambiental, y alto impacto social y económico. Sin embargo, no se han generado las articulaciones necesarias y suficientes para construir mecanismos a la medida del sector de ciencia, tecnología e Innovación en donde se facilite la financiación de este tipo de proyectos.
Heredamos un legado, los activos bioculturales, del cual se ha generado mucho conocimiento y arraigo, pero desafortunadamente no hemos logrado consolidar una apuesta de desarrollo sostenible; así, es importante considerar la creación de valor a través del uso de la ciencia, la tecnología e innovación. Además, es necesario revisar la normatividad y la legislación para que guarden coherencia con el modelo de desarrollo sostenible que queremos.
Hoy, la sostenibilidad sigue siendo un reto.
MABEL GISELA TORRES TORRES
Facebook: Mabel Torres
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Twitter: magitoto
(Lea todas las columnas de Mabel Torres en EL TIEMPO aquí).
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