El idioma es un vestido que muchas veces lo identifica a uno. ‘Tómalo con calma’, dirá alguien. ‘Cójala suave’, advertirá otro. ‘No se me bajonie’, se puede escuchar en otro sector. “Tómenlo por el lado amable”, decía el genial Chavo del 8.
‘No se me bajonien’, queridos lectores, porque esta columna hoy tiene datos muy preocupantes y dolorosos. Comienzo por decir que le ganamos a Brasil. Pero no en fútbol, ni por el Pitanas. Le ganamos, en el incremento semanal en el número de casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes en la región, según la Organización Mundial de la Salud. Crecimos en 5 %, y Brasil, en 3 %. Y también ya le ganamos en muertes por cada 100.000: llegamos a 90.
‘Cójanla suave’, pues mientras el mundo parece estabilizarse, para Colombia junio fue el peor mes en los 16 de pandemia, con 17.000 fallecidos y 107.000 totales. Qué desfile fúnebre tan espantoso. Los servicios exequiales están como para morirse de angustia. En el Meta se hallan al borde del colapso por el aumento de muertes por covid, según leo. No solo según Leo, sino según la Secretaría de Salud, que tuvo que habilitar un cuarto temporal refrigerante para almacenar fallecidos. Que estén todos en los balcones de Dios. Hasta para entrar a las UCI hay fila. Qué angustia. Lo grave es que así venimos desde hace dos meses.
‘Tómenla con calma’, pero aquí, en un solo día, el domingo, hubo 33.594 contagios. Porque estamos en un momento en que se contagia hasta el gato. Vi que a los gaticos, que les ronronean con afecto a sus amos contagiados, les puede dar covid. Mejor que mi esposa no me siga diciendo “mi gato”.
Pero con las marchas desde hace dos meses; con el covid, que ha venido estirando el pico, el Gobierno ‘la cogió suave’, en el peor momento, al decretar la apertura general.
Menos mal ellos tienen siete vidas; nosotros, solo una y nos la jugamos como aburridos. Porque cada 24 horas 7 personas se quitan la vida en el país, y “cada día se registran 30 homicidios”. Lo que sí está estancado es el empleo... Y lo único que bajó fue la calificación de riesgo de la deuda del país.
Pero algo bueno debe de haber. Sí. El Plan de Vacunación avanza. A pasito tun tun, pero ya se han aplicado 18 millones de dosis, con promedio de 200.000 al día. Y seguramente terminaremos el año con los 35.000 millones de inoculados. Buena noticia que las empresas privadas comiencen a vacunar. Y llegaron al país 2,5 millones de vacunas de Janssen, muchas de ellas destinadas a quienes están más distantes en el país. Uno opositor dijo: “¿Entonces van a vacunar en la Casa de Nariño?”. Ja. En medio de lo triste, vale el humor.
Pero con las marchas desde hace dos meses; con el covid, que ha venido estirando el pico, el Gobierno ‘la cogió suave’, en el peor momento, al decretar la apertura general. Creo que es urgente que se tomen medidas, que se revisen las restricciones. Pico y cédula, aforos restringidos, control estricto en centros comerciales, en transporte; cierres zonales, como hacía Claudia López, los que fueron a las oficinas deberían volver al trabajo en casa. Lo que sea por la vida, porque a un promedio de casi 700 muertes diarias, desaparecemos.
Hasta los médicos están cansados de ver morir. Si uno se entristece cuando se le mueren los peces del acuario, ¿cómo serán ellos cerrando los párpados a centenares de personas? Los respeto, los admiro y los considero. Dios les dé salud mental, médicos y enfermeras. Y cómo será el panorama que Gestarsalud, EPS del régimen subsidiado, que cubre la salud de población vulnerable –todos lo somos–, pidió medidas urgentes.
Hay algo bueno más: nosotros mismos. Si no se toman medidas oficiales, hay que tener disciplina, pues a todos nos mira el covid, así estemos vacunados, y las UCI están llenas. Tapabocas puesto hasta para hacer el amor. No hagamos tumulto, lavado de manos, como los gobernantes. Apliquemos la del Chavo: “Primero muertos, antes que perder la vida”.
Luis Noé Ochoa
luioch@eltiempo.com