¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Botando la plata

¿Alguien más volvió a ver un billete de 100.000 pesos?

Después de ese frenesí de uno o dos meses tras su lanzamiento el primero de abril del año pasado, ¿alguien más volvió a ver un billete de 100.000 pesos?
Hago la pregunta sin mala intención. En estos tiempos de tarjetas de crédito, transacciones virtuales y 'bitcoins', poco debería interesarnos el paradero de los 59 millones de billetes de 100.000 pesos que se imprimieron y emitieron hace año y medio; sin embargo, algo viene llamando mi atención desde hace varias semanas, por no decir meses: esos billetes desaparecieron.
Que son poco prácticos. Que el pequeño comercio no los recibe. Que en los supermercados causan desconfianza a los cajeros. En fin, cuando sacar un billete de tan alta denominación apenas era una propuesta del Banco de la República surgió un sinnúmero de argumentos en contra de los famosos billetes de 100.000. A pesar de ello, el emisor, después de muchas largas, dio luz verde a la impresión y circulación del billete de marras que se convirtió en la punta de lanza del cambio de diseño del papel moneda que circula en Colombia.
Fue así como entre abril y mayo del año pasado pasaron por mis manos unos cuantos de aquellos billetes, que no solo rendían homenaje al expresidente liberal Carlos Lleras Restrepo, sino que también tenía en su reverso una alegórica imagen de la palma de cera y el Valle del Cocora, así como un poema del vanguardista del siglo XX Luis Vidales.

¿Por qué razón los bancos no hacen su parte para que no se pierda la millonaria inversión del Banco de la República en la impresión y distribución de estos billetes?

Nunca más los volví a ver. Pensé que tal vez fuera efecto de mi discreto manejo del dinero y de que apenas cargo en el bolsillo los pesos que voy a necesitar. Supuse que los bolsillos de empresarios y potentados estarían llenos de estos billetes. Y resulta que no.
Basta con ir a cualquier banco ubicado en pleno corazón financiero de la calle 72 en Bogotá para darse cuenta de que ni en los bancos están usando esos billetes. Es como si se los hubiera tragado la tierra. O eso pareciera. Usted pide que le den un billete de 100.000 en un banco y la respuesta es inevitable: no tenemos.
¿Qué fue lo que pasó?
Hace año y medio, cuando salieron a circular los billetes, rápidamente desde la Asobancaria alertaron que las dimensiones del nuevo papel moneda no estaban acorde con aquellas que podían recibir los cajeros automáticos que existen en el país. Por ende, aseguraron que en cuestión de un año o un año y medio se harían los ajustes para que también, a través de los medios electrónicos, se pudieran dispensar los dichosos billetes. Cosa que no ha pasado.
Cuando uno pregunta en los bancos por qué no tienen billetes de 100.000 en las cajas de las oficinas, la respuesta es la misma: como no se pueden poner en los cajeros automáticos, no circulan. Entonces, ¿para qué lanzar el billete de 100.000 pesos? O, mejor, ¿por qué razón los bancos no hacen su parte para que no se pierda la millonaria inversión del Banco de la República en la impresión y distribución de estos billetes?
En su momento, el entonces gerente del emisor, José Darío Uribe, explicaba que cada uno de los billetes nuevos de 100.000 costaba cerca de 145 pesos en su fabricación, despejando cualquier duda sobre un costo elevado para la llegada de la nueva denominación. Hoy, haciendo el respectivo cálculo sobre cuánto nos costaron los invisibles billetes de 100.000 la cosa debería verse de otra manera. ¿8.500 millones de pesos guardados porque nunca cambiaron unos cajeros electrónicos? Eso sí es botar la plata.
* * * *
#PreguntaSuelta: ¿Y dónde nos escondemos aquellos que no estamos interesados en vivir la feliz y sacrosanta fiesta de la llegada del papa Francisco a estas tierras?
JUAN PABLO CALVÁS
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción