¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Duque 4.0

El nuevo año llegará con un Duque más acompañado y nuevas caras en el Gobierno.

Juan Lozano
Estamos a punto de conocer la cuarta versión de Iván Duque en su vida política. El debut fue con la versión del senador revelación, diligente, agudo, elocuente que le valió el paso al Duque 2.0, es decir, al candidato empático, versátil, divertido, esperanzador, que habría de representar el relevo frente al desgaste del descuadernado gobierno Santos de la última etapa.
La tercera versión, el Duque 3.0, es la que está cerrando su vigencia entre cacerolas, campanitas de Navidad y anhelos de año nuevo. Ha sido, sin duda, la más difícil. Nunca había tenido el joven dirigente el viento en contra y no conocía en su vida política ni de adversidades ni de fracasos. Aunque se labró a pulso su presidencia, después de ganar 4 complejas batallas electorales (la interna de su partido, la interpartidista contra Marta Lucía, la primera vuelta y la segunda vuelta), el sol siempre había brillado para él.
Por eso, quizás, el Duque 3.0 podía para algunos lucir muy idealista. Porque hasta la toma de la posesión presidencial, todo para él parecía posible. Ningún objetivo político le había sido esquivo. Todo lo que había querido hacer lo había logrado. Hasta que se sentó en el sillón presidencial.
Imagino que los aprendizajes han sido inmensos porque Duque es, a la par, talentoso y reflexivo. Y no es hombre ni de odios, ni de impulsos ni de venganzas. Y es hombre de buena fe.
Creo que el Duque 4.0 llegará con nuevos jugadores en su equipo de gobierno, con nuevas caras que mitiguen la sensación de soledad presidencial y que representen, sin pactos de ‘mermelada’ presupuestal, sectores que hasta la fecha no se han sentido incorporados en el Gobierno.
Es la oportunidad para sumar a partir de enero legitimidades regionales como las que encarnarían figuras tipo Alex Char, o Federico Gutiérrez, que vienen de ejercer con éxito alcaldías importantes, o la propia Dilian Francisca Toro, que es de lejos la dirigente más poderosa en el partido de ‘la U’ y viene ganando reconocimientos por su desempeño fiscal y sus ejecutorias en el Valle.
También es la oportunidad para incorporar nuevas fuerzas sociales, e incluso dirigentes que vengan de toldas contrarias, escuchando las voces de la calle. Las grandes causas que demandan amplios acuerdos nacionales difícilmente se pueden tramitar si el propio gobierno no encarna esa amplitud.
El Duque 4.0 habrá de ser la versión definitiva del jefe de Estado que toma las riendas, lidera el crecimiento con equidad y la seguridad ciudadana y nacional. El Duque 4.0 será, a partir de enero, creo yo, un presidente enfocado en sus objetivos trascendentales, con una agenda más concentrada en los asuntos medulares del Estado y de su Plan de Desarrollo.
Creo firmemente que este primer año y medio termina con lecciones positivas, con aprendizajes contundentes sobre la necesidad de mantener el oído sintonizado con los clamores populares y sobre la urgencia de entender el pensamiento de los jóvenes.
El Duque 4.0 podrá construirse también sobre sus logros de gobierno, sobre el buen desempeño del crecimiento económico y sobre sus ejecutorias en distintos campos.
Yo personalmente, a pesar de las complejidades de la hora, soy muy optimista. Las jornadas de paro muestran que en Colombia son abrumadoramente mayoritarios los que quieren trabajar por el país que los que no quieren hacerlo y que aquí se respeta a quienes desean ejercer democráticamente el derecho a la protesta con la misma vehemencia que se rechaza a los vándalos, a los violentos y a quienes los estimulan. El 2019 nos deja un país más dialogante y respetuoso de las ideas de los demás.
Duque 4.0, siempre buen ser humano, no la tiene fácil. Pero los comerciantes de San Victorino disfrazados de Papá Noel y los líderes de Fenalco interpretaron bien el clamor nacional: ¡dejen trabajar! Eso es lo que el país espera. Que se atiendan los justos reclamos, pero que el país no se detenga. Que Duque 4.0 haga pronto los ajustes necesarios y que Colombia siga adelante.
JUAN LOZANO
Juan Lozano
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción