Al contrario de lo que sostiene el presidente Santos, que las Farc serán derrotadas políticamente y no tienen posibilidades de llegar al poder, basado en que el marxismo-leninismo está anticuado y en que la revolución bolivariana no es vendible porque ha sido un fracaso, y en consecuencia porque no tienen propuesta política, considero que sí pueden lograrlo.
El Acuerdo Final (AF) de paz pactado entre el Gobierno y las Farc es la cuota inicial de su Proyecto de Estado, en cuya implementación –además de haberlo incluido en el bloque de constitucionalidad, a través del Acto Legislativo para la Paz– también lograron su preeminencia. ¿Cuál partido tiene proyecto político y esa prelación? Es más, se aceptaron presupuestos multianuales para su concreción y el 50 por ciento de participación de las Farc en el Comité de Implementación. E introdujeron un Comité de Verificación Internacional. ¿Cuál partido tiene esas ventajas para concretar sus banderas?
Se otorgaron 31 emisoras y mínimo 26 congresistas durante dos períodos legislativos consecutivos, sin contar con su presencia militar y política en cerca de 300 municipios y los apoyos potenciales del Eln, pues nunca se conoció lo que se pactó con las Farc. Ni la ayuda de la nueva célula del Epl en el Catatumbo y de las corrientes de izquierda más radicales del Polo, la UP, los ‘verdes’ y el Partido Liberal, entre otros. ¿Cuál partido tiene emisoras propias, apoyos militares activos y reactivos?
Las Farc recogieron las agendas de los afro-descendientes, los indígenas, los LGBTI, los campesinos, las mujeres, las víctimas, y hasta intentaron defender a nuestras Fuerzas Militares. Todos sus representantes llevaron e introdujeron sus peticiones a La Habana. En esas condiciones, el sistema político, y en particular los partidos tradicionales, incluyendo los de izquierda moderada, tienen un enorme reto para sobrevivir, lo que es saludable para oxigenar el debate político, ahora que se han dedicado a la burocracia y a la ‘mermelada’, pues prácticamente solo representan a sus clientelas, en medio del gran descontento social.
A las Farc se les fue la mano en lo que exigieron, pero al Gobierno en lo que cedieron, como ya fue reconocido, hasta el punto de que ‘Timochenko’ y Santiago aceptaron adelantar una renegociación si fuera adverso el plebiscito, y no exigir una asamblea constituyente, habida cuenta del gran triunfo obtenido con el AF.
Jorge Bustamante