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Creerles a las mujeres

El resultado: no hay liga profesional femenina, no hay patrocinio, no hay sueldos dignos.

Jineth Bedoya Lima
“Primero es lo colectivo y si se da lo individual, perfecto”. Serenidad, determimación y madurez acompañaron esta frase que Linda Caicedo soltó en una entrevista, minutos despúes de terminar el partido en el que la Selección Femenina de Fútbol Sub-17 se clasificó a la final del mundial de la FIFA, frente a las jugadoras nigerianas.
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Ella es una vallecaucana de 17 años que debutó en el fútbol a los 14, en el equipo América de Cali, y hoy es la capitana de la Selección Sub-17. También hace parte de la Selección Colombia de Mujeres que llegó a la final de la Copa América 2022 quedando en segundo lugar.
El domingo la vimos recibir –con un rostro destemplado por perder la Copa Mundo frente a España– su botín de bronce y el balón de plata y, además, la medalla de subcampeona al lado de las otras jóvenes de la selección nacional.
Por si fuera poco, lidera las votaciones para llevarse el Global Soccer Awards a mejor jugadora del año, premio que se entregará el 17 de noviembre en Dubai, Emiratos Árabes Unidos. Un resumen de logros y victorias que no le quitaron humildad para pedir perdón a Colombia (no necesitaba hacerlo porque no hay nada qué perdonar), por no lograr el triunfo.
Este corto perfil, para lo inmensa que es Linda Lizeth Caicedo Alegría, la niña entusiasta y de carácter recio que nació en el corregimiento de Villagorgona, solo es un abrebocas para recalcar sus potentes palabras: “no hay que olvidar que cada una de ellas (sus compañeras de equipo) tienen un pasado, una historia y llegaron aquí con esfuerzo”.
Así es. Llegaron con esfuerzo y con el solitario respaldo de sus familias, de un entrenador de barrio convencido y profesional como ellas, de sus sueños inquebrantables, y con el patrocinio de una empresa privada, también solitaria en el difícil mundo del balompié que le apuesta solo a comercializar a los número 10 que enloquezcan al mundo.

Creerles a las mujeres, creer en su capacidad y sus habilidades, sean futbolistas, abogadas, profesoras, cocineras, recepcionistas o políticas, es empezar a acortar esa inmensa brecha de derechos.

Hoy, y ayer especialmente, son heroínas pisando la Casa de Nariño, ataviadas de los vítores muy merecidos de hasta el más escéptico, pero la realidad es otra.
Como ocurre con todo lo que hace espuma en el deporte, en lo social, lo político y en la misma vida diaria, ellas vuelven a sus casas llenas de gloria y de promesas que están en la palabra, pero no en la acción. Porque, tampoco hay que olvidar que llevan muchos, muchísimos años sin que les crean, la Federación de Fútbol, los equipos profesionales, los empresarios multimillonarios y las multinacionales, el mundo deportivo y la misma opinión pública.
El resultado de la incredulidad: no hay liga profesional femenina, no hay patrocinio, no hay sueldos dignos. No hay equidad en un deporte en el que la FIFA ya exigió que exista, por obligación, pese a que también anunció que no habrá transmisión del mundial de fútbol de mayores de Nueva Zelanda, en el 2023.
Creerles a las mujeres, creer en su capacidad y sus habilidades, sean futbolistas, abogadas, profesoras, cocineras, recepcionistas o políticas, es empezar a acortar esa inmensa brecha de derechos a la que la ONU le ha puesto un número: 300 años para alcanzar la equidad de género.
Y en ese sentido Linda Caicedo la tiene clara, como cuando patea al arco, “primero es lo colectivo y si se da lo individual, perfecto”. Ese “colectivo” tiene muchos nombres que inspiran.
Catalina Usme, Leicy Santos, Luisa Fernanda Agudelo, Vanessa Córdoba, Nicole Regnier, Daniela Arias, Mary José Álvarez y cada una de las jugadoras de los equipos nacionales y los que están formando a nuevas jugadoras. Todas inspiran.
Que no olviden que más que ganar una medalla o un trofeo están haciendo historia, porque las alegrías duran un día, pero las transformaciones dejan legado y ustedes les han abierto la puerta a miles de niñas y mujeres. Que haya muchos más profes como Carlos Paniagua, muchos más empresarios como Marco Roldán Jaramillo y muchas más empresas como Formas Íntimas.
JINETH BEDOYA LIMA
Jineth Bedoya Lima
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