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De muy largo aliento

La gestión del Gobierno no debe medirse solamente en términos del porcentaje de población vacunada.

Gustavo Duncan
Finalmente, el Gobierno dio a conocer la fecha del inicio de la vacunación: el 20 de febrero. Sus aliados celebran, mientras que la oposición echa en cara que Colombia empieza con un mes de retraso en relación con otros países de Latinoamérica.
La realidad es que el juicio que se le pueda hacer al Gobierno por las vacunas contra el covid-19 y el manejo de la pandemia rebasa por mucho el asunto del día 1 en que se administre la primera dosis. De hecho, salvo Israel, ninguno de los países que han empezado la vacunación de manera temprana ha logrado una cobertura para que se traduzca en una reducción significativa de los contagios. A fines de enero, el Reino Unido y Estados Unidos, los países más adelantados, luego de Israel, apenas llevaban vacunados un 14 % y un 9,4 % de la población.
La carrera va a ser de muy largo aliento y no necesariamente haber arrancado unas semanas antes va a marcar la diferencia en los resultados finales. El éxito va a estar dado más por la capacidad de lograr que un porcentaje suficiente población, se habla de un 60 a un 70 %, se vacune para alcanzar la inmunidad de rebaño, de modo que el virus se extinga por la escasa probabilidad de replicarse en nuevas personas. Y los factores que determinan que se pueda lograr ese porcentaje de vacunación son bastante variados y complejos.

La vacunación y la reactivación van a marcar la agenda de gobierno y el debate político durante este año y gran parte del siguiente.

El principal factor ni siquiera está completamente en manos del Gobierno. La competencia entre países por negociar lotes de vacunas es feroz; en ella, el músculo financiero de Estados que invierten en ciencia y tecnología tiene un peso significativo. Eso deja al Estado colombiano en una posición desventajosa que, sin embargo, pareciera haber resuelto.
Los anuncios del gobierno Duque apuntan a que Colombia ha logrado ya negociar suficientes dosis para vacunar a más del 60 % de la población este año. Además, las negociaciones han sido hechas con diversas compañías, lo que matiza los riesgos de incumplimientos por sobreoferta en un mercado ávido de vacunas en el corto plazo. Lo más probable es que el desafío en el corto plazo no sea tener dosis disponibles, sino haber desarrollado la capacidad logística para administrarlas a lo largo del territorio nacional para que regrese a la vida normal lo antes posible.
Y es que la gestión del Gobierno no debe medirse solamente en términos del porcentaje de población vacunada. Importa demasiado la capacidad de identificar la población de mayor riesgo de muerte y hospitalización. Si se vacuna a los más vulnerables y se reduce la presión sobre el sistema de salud, la pandemia pasaría a parecerse más a una gripa en la que la gente se enferma y desarrolla anticuerpos, pero la gran mayoría no necesita de atención médica ni se muere. Bajo esas condiciones es posible dar pasos graduales a una mayor reapertura de la economía, con la consiguiente reactivación y alivio de los efectos colaterales, tan devastadores del covid-19 en los indicadores de calidad de vida. Un indicador de gestión debería, precisamente, ser ese: la capacidad del plan de vacunación de volver de manera gradual a la normalidad. Y eso es algo que no es evaluable en el día 1, sino en los días 30, 60, 90, etc.
También importa aprovechar la inmunidad natural vía contagios. Los anticuerpos que genera el covid-19 entre quienes estuvieron expuestos al virus tienen una duración mínima de 6 meses, con pocas probabilidades de reinfección. Las pruebas de anticuerpos podrían detectar quiénes pueden esperar la vacuna durante unos meses, hasta cuando haya más vacunas disponibles. De momento, ellos ya hacen parte, junto con los vacunados, del rebaño inmune que no deja replicarse al virus.
En suma, la vacunación y la reactivación de la vida económica y social van a marcar la agenda de gobierno y el debate político durante este año y quizá gran parte del siguiente.
Gustavo Duncan
Gustavo Duncan
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