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Meluk le cuenta… (¡No seamos tan pendejos!)

Meluk le cuenta… (¡No seamos tan pendejos!)

Bolivia es el rival más débil de la eliminatoria. Si no se le gana no merecemos ir al Mundial.

En 1986, hace más años de los que quieren y quise pensar, Gabriel Ochoa Uribe, el viejo sabio del fútbol colombiano, enfrentó con su poderoso América de Cali, al Tolima, que en ese momento era el Tolimita de siempre, el Tolimita colero del fútbol colombiano, acostumbrando a dormir el sueño de los justos del fondo de la tabla de posiciones.

Pues bien: ese América de Cali con Julio César Falcioni, Roberto Cabañas, Wilington Ortiz, Álex Escobar, Juan Manuel Battaglia, el mismo que por esos años siempre llegaba a las finales de la Copa Libertadores, terminó perdiendo 0-1 con ese Tolimita en el Pascual Guerrero. ¿Saben cuántos años llevaban sin ganar allá? 13. ¿Y saben cuánto se demoraron en volver a hacerlo? Otros 12.

Ese partido, como el de este jueves entre Colombia y Bolivia, es uno de esos que se juegan diez veces y, en condiciones normales, nueve las gana el más fuerte. ¡No seamos tan pendejos! Si este jueves la Selección no gana, olvidémonos de Rusia. Y Ochoa ese día dijo que Tolima era como la octava maravilla del fútbol posmoderno. Que atacaba, que defendía, que funcionaba, que patatín y patatán.

No es momento para pensar como los intelectuales sabios del fútbol que el partido de este jueves es para buscar la reencarnación del Brasil del 70, de que James sea Pelé, que Bacca sea Tostao o que Cuadrado sea Jairzinho. No es el momento para pedir tacos o túneles. Las necesidades este jueves son otras: hay que ganar y ojalá, marcar muchos goles para la diferencia. Pero cualquier medio a cero sirve: la primera necesidad es asegurar los tres puntos.

Si se puede –porque no me voy meter mentiras– hay que mejorar la diferencia de goles. Colombia está este jueves en cero, por culpa del 3-0 con el que se cerró el 2016, en San Juan. Sí, esa derrota contra Argentina, muy dolorosa, que nos tiene a esta hora afuera del Mundial. Si se puede golear, mucho mejor. Ya Brasil (el de hoy, que ha mejorado pero no es el del 70) y Venezuela (sí, el último de los últimos de la eliminatoria) ya demostraron que se puede: cada uno le metió de a cinco a Bolivia.

Las necesidades este jueves son otras: hay que ganar y ojalá, marcar muchos goles para la diferencia. Pero cualquier medio a cero sirve.

El partido glorioso, como el del Tolimita frente al América, ya lo tuvo Bolivia en esta eliminatoria. De la manera que haya sido, con la táctica del murciélago, con el portero Lampe sacando siete pelotas de gol, con dos muros en el primer tiempo y con un refuerzo de concreto en el segundo y defendiendo hasta con el utilero y el kinesiólogo, le sacó un empate sin goles a Chile, que estrenaba el escudito de campeón de América en su camiseta. Una vez volvió a poner un pie afuera de La Paz volvió a su realidad.

¡No seamos tan pendejos! El que está al frente es el rival más débil de la eliminatoria. Vale: en gracia de discusión, Colombia no está jugando bien. Pero ellos no juegan a nada. Y si no se le gana, pues no mereceremos ir a Mundial. Así de simple.

Meluk le cuenta…

GABRIEL MELUK
Editor de Deportes

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