Empieza la Comisión de la Verdad
No es una comisión contra nadie. Es contra la mentira.

El acuerdo es difícil para todos y para las instituciones, pero no podemos perder de vista lo ganado
El Papa pidió que fuéramos concretos en poner en práctica lo que nos decía.
Cultiva para matar. Así se pagó la guerra y se siguen pagando las ‘bacrim’ y los desertores.
No es la historia para calcular venganzas, sino para conseguir comprensión constructiva del pasado.
Oyendo al Papa, uno se pregunta si no hemos descuidado lo más importante: la vida y la dignidad.
Colocado en el corazón de la Iglesia, el jesuita sabe que está al servicio de la comunidad humana.
El camino corto para recuperar la base ética de la dignidad perdida es llamar a las víctimas.
Dentro de esta polarización es muy difícil llegar a la verdad de las víctimas.
El afecto lo mueve a ponerse con cada uno de nosotros, y dar el primer paso hacia la reconciliación.