Cuando se realizó la primera versión del Festival Internacional de Poesía de Medellín, en 1991, nadie creía que esta iniciativa del poeta Fernando Rendón fuera a echar frutos. No era para menos. En aquel momento, la capital antioqueña estaba tomada por Pablo Escobar y sus bandidos, y la ciudad ardía literalmente con el asesinato de policías, los carros bomba, el chantaje, el secuestro y la extorsión.
En un país de incrédulos como es Colombia, donde no se cree ni en la paz de los muertos, pensar en un evento de bardos a nivel mundial era una tarea de locos.
En los primeros años, al festival le llovieron críticas por parte de aquellos colombianos pesimistas que nunca ven en el país algo bueno y siempre, con el aguijón de la envidia y la maledicencia, viven destruyendo las cosas buenas que se hacen por él.
Con el empuje de sus fundadores: Fernando Rendón, Gabriel Jaime Franco y Gloria Chvatal, el festival siguió su camino hasta convertirse en el evento literario más grande de Colombia y del continente.
Y para una ciudad postrada por el crimen, como lo era ‘Metrallo’ en aquellos años oscuros (así se le llamaba a la villa), la poesía fue su redención. Esto lo comprendió el ciudadano de a pie, que desde los primeros festivales comenzó a llenar el teatro al aire libre Carlos Vieco del cerro Nutibara, donde se sentaba con su familia a escuchar poesía. Era un ritual colectivo que nos remitía a las ceremonias sagradas que hacían nuestros antepasados después de una batalla.
Para una ciudad postrada por el crimen en aquellos años oscuros, la poesía fue su redención
Y Medellín salió de las sombras. Como ha venido saliendo el país después de que la guerrilla entregó las armas.
Para el poeta Rendón y su grupo Prometeo, se cumple aquella máxima de Shakespeare que dice: “No hay noche por larga que sea que no encontremos al fin el día”.
Por esto, su festival de poesía, que hoy es patrimonio cultural de la nación, está íntimamente ligado al tema de la paz, que ha sido tan caro en Colombia, y al país que todos soñamos.
¿Quién no sueña un país donde todos volvamos a ser hermanos? ¿Quién no anhela un país en paz donde el hermano sea nuestro hermano y el amigo sea nuestro amigo?
Como en los tiempos de Ovidio, dejemos que los poetas le canten a la paz y al país que soñamos, y dejémonos invadir por sus versos, para que de esta manera, y como dijo Gabo, nuestros hijos no vuelvan a nacer con cola de cerdo y por fin tengamos una segunda oportunidad sobre la tierra.
* Nota bene: el XXVII Festival Internacional de Poesía se está realizando en Medellín y finalizará este sábado 15 de julio. El evento cuenta con la asistencia de 110 invitados nacionales e internacionales y con la participación de 93 poetas de 46 naciones.
FABIO MARTÍNEZ
- www.fabiomartinezescritor.com

En el evento participan cerca de 93 poetas de 46 países del mundo y estará con una variada programación hasta este 15 de julio.
Festival Internacional de Poesía
Comentar