¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

6.479 muertes evitables

El objetivo no es mover más gente, más rápido y más eficiente. El objetivo es proteger la vida.

Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, en 2017 murieron 6.479 compatriotas como resultado de siniestros de tránsito. Esto significa un colombiano muerto cada 80 minutos como consecuencia de nuestra necesidad de movilizarnos (siendo la cifra de accidentalidad no mortal decenas de veces más grande). Todas estas muertes, sin excepción, son evitables y no tienen justificación. El fallecimiento de un ser humano no es una externalidad de la vida moderna.
Un principio tan elemental y evidente es en realidad una novedad en las políticas de transporte a nivel internacional. Lo que hoy se conoce como Visión Cero representa una revisión de fondo en la manera como nos aproximamos a la seguridad vial y al desarrollo de infraestructura. En muchos países, y por mucho tiempo, los objetivos han sido reducir las tasas de mortalidad asociadas con siniestros viales. Visión Cero no pretende reducir tasas. Su propósito es que el número de muertos y de heridos graves sea cero. No como utopía, sino como principio rector de la política pública. No corresponde a una visión moral del mundo que consideremos como riesgo razonable que una persona pierda su vida mientras se desplaza en bicicleta hacia su lugar de trabajo.
Una vez definido tal propósito se logran nuevos paradigmas para las autoridades de tránsito y los entes privados con interés en estos temas. El primero es entender que los humanos somos imperfectos y que el diseño de la infraestructura debe tenerlo en cuenta. Cuando ocurre un siniestro (no son accidentes dado que son evitables), la pregunta no puede ser en dónde hubo error por parte del involucrado, sino cómo falló la infraestructura, la señalización o el agente institucional del caso para haber evitado las lesiones o muertes derivadas del evento. Cuando un colombiano fallece en su motocicleta, la sociedad y el Estado son corresponsables de la tragedia.
Un segundo elemento es que al ser la protección de la integridad personal la prioridad de la política, todo análisis de beneficio-costo se torna de carácter secundario. El objetivo no es mover más gente, más rápido y de forma más eficiente. El objetivo es proteger la vida. A toda costa y a todo costo. Cuando se construye una avenida, se instala un semáforo o se implementa un sistema de transporte público, el propósito primario debe ser alcanzar las metas de Visión Cero. Dicho enfoque ya ha sido puesto en marcha con gran éxito en países europeos, en especial en la península escandinava, y se consolida como el nuevo referente mundial, así como para actores locales como la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá.
Otros elementos esenciales incluyen la reducción y apropiada vigilancia de los límites de velocidad en ciudades y carreteras, ampliados controles de embriaguez y la masificación del uso de dispositivos de seguridad (por ejemplo, cinturón de seguridad, cascos, protectores dorsales). Lo anterior debe combinarse con la urgente implementación de la licencia por puntos, que nos permita entender que conducir no es un derecho, sino un privilegio que viene acompañado de grandes responsabilidades.
La gran tarea para todos es lograr el cambio de mentalidad hacia el entendimiento de que somos ineludiblemente corresponsables de la integridad de los demás, en especial de aquellos más vulnerables como los peatones. A los conductores de buses, taxis y coches privados: la próxima vez que observemos un ciclista zigzagueando peligrosamente entre el tráfico, que nuestra reacción sea entender su error y protegerlo, en lugar de agredirlo con una maniobra agresiva para que “aprenda su lección”. Cuando lo logremos, estaremos un paso más cerca de ser una sociedad desarrollada.
EDUARDO BEHRENTZ
En Twitter: @behrentz
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción