¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

¿Y qué dirían Darío y Yamid?

No sé si entre todos los de esta nueva generación hemos ido desvirtuando la condición de informar.

Diego Santos
El periodismo colombiano no se puede entender sin dos de sus más grandes colosos: Darío Arizmendi y Yamid Amat. El primero, valiente y titánico, combatió como pocos, con su irremplazable voz, a las mafias del narcotráfico; el segundo, brillante e incansable, es el epítome del periodismo de verdad. Dos figuras que se formaron en otra época, pero que se mantuvieron imperturbables ante el tsunami de las nuevas tecnologías.
Darío fue el líder absoluto de la radio colombiana durante casi 30 años, al frente de 6 AM Hoy por Hoy. Fue además director de ‘El Mundo’, un periódico de Medellín, en la época más siniestra de Pablo Escobar. Yamid, con 60 años de carrera, y aún vigente, además de dirigir noticieros y emisoras de radio, probablemente ha sido el periodista más innovador que hayamos tenido en el país.
He tenido el privilegio de haberlos conocido, de haberles escuchado sus historias, de haberles hecho decenas de preguntas sobre los últimos 50 años de la historia. Lástima que Colombia no sea un país de biografías, porque las de ellos serían joyas. Tantas historias en sus cabezas –cómo sobrevivió Darío a tener una permanente espada de Damocles sobre su cabeza; cómo creó Yamid una camada de brillantes periodistas a lo largo de varias décadas–.
La verdad es que podemos sentirnos privilegiados de haber contado con personajes del tamaño de Yamid y Darío en nuestros medios de comunicación. No obstante, así como en su momento ellos fueron construyendo su legado, hoy también se están formando grandes periodistas. Entre los jóvenes, Lucas Pombo y Ana María Bejarano, por ejemplo. Y entre los mayores ni se diga, porque son bastantes, entre radio (Julio Sánchez), prensa (Roberto Pombo), digital (Vicky Dávila) y televisión (Daniel Coronell). Ojalá pudiera mencionarlos a todos.
Ahora bien, Yamid y Darío nunca se dejaron llevar por la presión de las redes sociales. No digo que los otros lo hayan hecho, pero vengo preguntándome desde hace un tiempo ¿Y qué dirían ellos del comportamiento actual de los periodistas en redes sociales? No sé si entre todos los de esta nueva generación hemos ido desvirtuando nuestra condición de informar. A medida que nos hemos ido posicionando como opinadores, hemos dejado de lado la única razón de ser de un periodista.
Creería que ninguno de los dos me respondería jamás esa pregunta. Y no porque no tengan una opinión al respecto, sino porque ambos son de esa vieja guardia que siempre respetó a los que venían por debajo de ellos.
No obstante, no deja de sorprenderme que ellos nunca necesitaron de las redes sociales para consolidar su liderazgo, o para ser más escuchados. ¿Es esto bueno, malo? No lo sé, pero los comunicadores sí deberíamos cuestionarnos lo que estamos haciendo en redes. Solemos decir con soberbia que hoy cualquier ciudadano, con cámara en mano, se cree periodista. Pero la realidad es que nosotros, como periodistas, con todas las herramientas que nos ofrece la profesión, nos hemos vuelto como cualquier ciudadano.
Creería que en la actualidad solo hay un puñado de periodistas que solo acuden a redes como actores pasivos. Acuden para escuchar, para medir el termómetro sobre ciertos temas, pero guardan un sabio silencio porque su empeño es informar, que sea la gente quien emita juicios de valor. No ellos.
Yo no considero que el periodismo se encuentre en crisis –quizás el modelo de negocio sí–, sino que estamos viviendo una evolución de la profesión, con unas nuevas reglas del juego. Las redes, la globalización de las comunicaciones nos cambiaron, pero como gremio no hemos definido cuál es nuestro nuevo papel en esta sociedad.
La realidad es que nos hemos ido convirtiendo en un medio de comunicación individual. ¿Es eso lo que queremos? Es una discusión que nos debemos de manera urgente. ¿Qué dirían Yamid y Darío?
DIEGO SANTOS
Analista digital
En Twitter: @DiegoASantos
Diego Santos
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción