¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

D&I: Diversidad e incomodidad

Abracemos la incomodidad de lo diverso, acerquémonos a ella.

La artista italiana Chiara Bersani creó su performance Gentle Unicorn inspirada en lo que ocurre en el instante en que se conoce a alguien. En ese momento la mente rápidamente comienza a formar impresiones sobre la otra persona basándose en su apariencia: su cuerpo, su forma de vestir y de moverse. Esas conclusiones, casi instintivas, se alimentan de la experiencia personal de cada quien y de los prejuicios que circulan en el imaginario de la sociedad. En palabras de la artista, en esos segundos nos vemos obligados a darle un significado al otro, a interpretarlo, y crearnos expectativas sobre esa persona.
(También le puede interesar: La filosofía de los guardianes de la Tierra)
Bersani lleva años reflexionando sobre el cuerpo. Primero se enfocó en él como “custodio de una historia única y singular”, y después como “entidad política, marcada mediante enfrentamientos y encuentros con la sociedad.” Según la artista italiana, las personas pueden decidir fundirse en la sociedad y acoger los significados que ésta les da. Pero también pueden desafiarlos, como hace ella a través de su arte: “no eres tú quien me está interpretando, te mostraré la forma de entenderme. Asumo la responsabilidad de dibujar la imagen que el mundo tendrá de mí”, escribe en la Declaración de intención con la que explica su famoso performance Gentle Unicorn, que presentó en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a comienzos de año.
En esa obra escénica, Bersani invita al público a dejar fluir la corriente de prejuicios, pero a cuestionarla y confrontarla a su vez. A medida que se mueve por el escenario, la italiana deja ver el enorme esfuerzo que le implica desplazarse de un lugar a otro, develando así la fragilidad de su cuerpo, que mide poco menos de un metro. Sin embargo, esa muestra de vulnerabilidad es, a su vez, evidencia de la profunda fortaleza de Bersani. La artista rompe las típicas narrativas que la gente asociaría con una persona como ella, haciendo consciente al espectador de sus prejuicios y poniéndolo a imaginar cómo lo perciben los demás.
Con su idea de cuerpo político y su intención de ser ella quien dibuje su imagen ante la sociedad, Bersani también habla de lo caleidoscópico que es el mundo: hay una infinidad de tipos de cuerpo y de formas de pensar y entender las cosas.

La artista rompe las típicas narrativas que la gente asociaría con una persona como ella, haciendo consciente al espectador de sus prejuicios y poniéndolo a imaginar cómo lo perciben los demás.

En Colombia lo sabemos bien. Con orgullo hablamos de la diversidad de paisajes y de culturas que caracterizan al país. Sin embargo, esa riqueza no permea realmente la cotidianidad de la mayoría de los colombianos. Dicho de otro modo, somos diversos, pero, por lo general, poco incluyentes.
Las cifras son dicientes: “Las mujeres ocupan el 26 % de las posiciones de liderazgo en organizaciones en Colombia (Ranking PAR 2020); el 77,9 % de la población étnica en edad productiva trabaja bajo la informalidad, y el 64,12 % de las personas con discapacidad no reciben ingresos”, escribió El Espectador en noviembre de 2021. Para dar un ejemplo más, una encuesta realizada por la Secretaría Distrital de Planeación de Bogotá en 2022 reveló que el 60 % de la población LGBTIQ+ asegura haber sufrido por homofobia y lesbofobia en su lugar de trabajo.
Conocer estas cifras nos pone en una situación similar a la que propone Bersani en Gentle Unicorn: presenta una realidad incómoda. Cuando la italiana se queda mirando fijamente a un miembro del público, este siente que sus ojos cafés le leen el pensamiento y saben de los prejuicios que se le vienen a la mente cuando ve el cuerpo pequeño de Bersani moverse lentamente por el escenario. Con ese gesto, que pone al espectador incómodo, la artista saca a la luz lo que todo el mundo sabe, y al hacerlo permite hablar de ello sin tapujos. Ese es el primer efecto que debería tener la publicación de las cifras que dan cuenta de cómo está Colombia en términos de inclusión o de la falta de ella, para ser más precisos. El efecto posterior debería ser: identificar problemas específicos que han hecho del país uno poco incluyente y comenzar a resolverlos. Quizá esa incomodidad, que en ocasiones paraliza, pero que también tiene la capacidad de suscitar reflexiones como ocurre en Gentle Unicorn, nos pueda servir de guía, al señalar dónde debemos empezar a trabajar.
Otra herramienta útil puede ser imaginar cómo sería un mundo incluyente y diseñar estrategias para alcanzar la meta. Por ahora, nuestros objetivos de inclusión se enfocan en cuotas, y las cifras son importantes, son un buen comienzo, pero no son suficientes. Poniendo un ejemplo del mundo corporativo, un equipo de trabajo puede cumplir con las cuotas de género o de experiencia diversa, y sin embargo, no ser realmente diverso. Poco se logra si después de aceptar o contratar a alguien que no se parece tanto a los demás, nos incomoda su visión política, su estilo y las palabras que usa. Podemos cumplir con las cuotas hasta superarlas, pero a su vez seguir pretendiendo, por ejemplo, que las personas de género diverso parezcan no serlo, o que las de cultura indígena y afro adopten las costumbres de la mayoría porque nos incomodan sus formas diversas.
Para explicar cómo podría ser ese ideal de mundo incluyente, sirve de ejemplo otra obra de arte: el concierto que dio el artista colombiano Julio Victoria en el Teatro Mayor hace pocas semanas. En Live Band & La Nueva Filarmonía, Victoria sigue con su investigación y experimentación con ritmos tradicionales y clásicos con la combinación de instrumentos y sonidos. Sobre el escenario se mezclan sus melodías electrónicas con los tonos de las cuerdas de cámara y con instrumentación colombiana como el arpa llanera y la marimba del Pacífico. La música envuelve, es la unión de una variedad de instrumentos a los que se les dejó hacer lo que mejor saben, en vez de ponerlos a todos a replicar ritmos asociados con la música electrónica. He ahí la clave y una buena definición de la palabra incluyente: una unión de elementos distintos en la que cada uno aporta su individualidad y lo mejor de sí mismo para crear algo nuevo y armónico.
No dejemos que la incomodidad nos quite la oportunidad de enriquecer nuestra visión, de entender mejor nuestros mercados, de cuestionarnos la forma de relacionarnos, de aprender de otros y de innovar entre todos. Abracemos la incomodidad de lo diverso, acerquémonos a ella, es en ese punto en el que vamos a encontrar cómo quitarnos los estigmas y romper los paradigmas, y quizá entonces podamos transformar esa incomodidad en inclusión.
Cristina Esguerra Miranda, en coautoría de Juan Viana.
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción