Colombia y China

La diversificación se ha convertido en uno de los pilares de la política exterior colombiana.

Carlos Holmes Trujillojulio 28 de 2019, 01:02 A.M.

Con demasiada frecuencia, la inmediatez –en el doble sentido de la palabra: proximidad y urgencia– de las relaciones de Colombia con algunos de sus aliados y socios más tradicionales ensombrece el hecho de que el país tiene cada día un relacionamiento más amplio y más dinámico con el resto del mundo. La diversificación geográfica, temática y de nuestros interlocutores en la escena internacional se ha convertido en uno de los pilares de la política exterior colombiana; y es también una de las líneas de acción que orientan la política exterior para la legalidad, el emprendimiento y la equidad que, con base en la innovación y la sostenibilidad, viene desarrollando el gobierno del presidente Iván Duque.

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Esa diversificación implica también actualizar, profundizar y enriquecer la agenda bilateral con Estados con los cuales el historial de nuestra relación tiene ya varias décadas de aproximaciones y logros fructíferos. Actualizarla, para ponerla a tono con las nuevas circunstancias geopolíticas y con los desafíos globales contemporáneos, explorando nuevas áreas de convergencia. Profundizarla, para ir cada vez más lejos en el camino ya transitado. Y enriquecerla, mediante el aprovechamiento de nuevas oportunidades recíprocas.

Ese es el propósito de la visita de Estado que emprenderá el presidente Iván Duque a la República Popular China entre el 29 y el 31 de julio próximos.

Desde el establecimiento de nuestras relaciones diplomáticas en 1980, el mundo en su conjunto, China por su lado y Colombia por el suyo propio, han experimentado profundas transformaciones. De forma paralela, la relación bilateral ha madurado y se ha consolidado. China es hoy un actor de primer orden, una potencia que ha dejado de ser emergente para ser un jugador protagónico y necesario en la escena internacional. Y Colombia ha avanzado y sigue avanzando en el fortalecimiento de sus capacidades para relacionarse con el mundo, para participar activamente en las discusiones globales, despertar el interés de otras naciones y proyectar los suyos, e insertarse activamente en las dinámicas mundiales en beneficio de todos los colombianos.

Ese es un panorama promisorio para nuestras relaciones que no podemos desaprovechar. Desde el Consejo de Seguridad, China ha apoyado los esfuerzos del gobierno del presidente Duque para avanzar en la estabilización y la consolidación de la convivencia pacífica. China es hoy el segundo socio comercial de Colombia y el segundo inversionista asiático en nuestro país. La relevancia de China en el entorno del Pacífico la hace particularmente importante para Colombia, tanto individualmente como en el contexto de la Alianza del Pacífico. Tenemos aún mucho que obtener de su enorme economía y su mercado, tanto en renglones tradicionales como en el campo de las economías creativas. Y, dado el creciente relacionamiento de China con América Latina, hay asuntos regionales, como la crisis multidimensional de Venezuela y su impacto en Colombia, sobre los cuales es preciso potenciar el diálogo político.

Tenemos la intención de hacer de China un socio de Colombia, con la perspectiva de una política exterior que reconoce el valor de la polivalencia geopolítica, según la cual nuestro relacionamiento con distintos interlocutores no es un juego de suma cero, sino una multiplicación de posibilidades.

La diplomacia presidencial es el mejor catalizador para lograrlo. Más allá de los logros específicos que esperamos derivar de esta visita de Estado –los 15 acuerdos que suscribiremos y el fortalecimiento de nuestra relación en el terreno económico, de infraestructura, agrícola, cultural y educativo, de amparo a los connacionales y de cooperación–, vamos a allanar el camino para otras cuatro décadas de relación bilateral que contribuya a afirmar el lugar que Colombia merece ocupar en el mundo del siglo XXI.

CARLOS HOLMES TRUJILLO

Ministro de Relaciones Exteriores