¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Al vaivén de ‘mister’ Trump

Quiérase o no, la economía mundial –y la colombiana– continuará moviéndose al vaivén de Trump.

En el último año, y particularmente en el primer mes de este, el mundo se ha movido al paso del presidente de Estados Unidos. Sus actuaciones y la incertidumbre sobre sus intenciones futuras permean el planeta. Las monedas fluctúan alrededor de los comentarios de sus ministros y sus discursos. En días recientes hubo dos que acapararon la atención: el de Davos, en Suiza, en el Foro Económico Mundial, y el del estado de la Unión, en el Congreso de su país, el martes pasado.
Tanto es así que, por ejemplo, el jueves de la semana pasada, la cotización del dólar de Estados Unidos cerró en Colombia por debajo de 2.800 pesos. Un día antes, el secretario del Tesoro de Estados Unidos había afirmado allá, en Suiza, que su gobierno no veía con malos ojos que el dólar se devaluara.
Los mercados recogieron inmediatamente el comentario, y el precio del dólar cayó en todas partes. El petróleo subió un poco más, lo mismo que el oro. Un día después, el presidente Trump habló en el mismo foro de “América primero, pero no aislada”, envió un ambiguo parte de tranquilidad, las monedas rebotaron y el precio del petróleo bajó ligeramente. Cuando escribo esta columna, el dólar se cotiza en Colombia a 2.835 pesos.
La situación de la economía estadounidense es bastante paradójica. La economía crece a un buen ritmo, producto de las políticas que siguieron a la Gran Recesión de 2008/2009 y de las expectativas generadas por el nuevo gobierno. Su recuperación es evidente. Las cotizaciones de las acciones de las empresas gringas en las bolsas de valores han subido de manera espectacular.

La situación de la economía estadounidense es bastante paradójica. La economía crece a un buen ritmo, producto de las políticas que siguieron a la Gran Recesión de 2008/2009.

El Congreso de Estados Unidos aprobó en diciembre pasado una reforma tributaria que redujo sustancialmente la tarifa de los impuestos a las empresas, que ahora se ubica en 21 por ciento. Los inversionistas gringos están eufóricos –gracias a Trump–, lo cual se refleja en el comportamiento de los índices bursátiles.
Muchos pensábamos que en estas circunstancias, sumadas a la elevación de las tasas de interés por el Banco de la Reserva Federal, el dólar iba a fortalecerse y las monedas del resto del mundo, a debilitarse; es decir, a devaluarse. Nos preocupaba que los flujos de capitales hacia el país se reversaran y el peso se devaluara. Sin embargo, lo que está ocurriendo es exactamente lo contrario: ¡el que se devalúa es el dólar!
La explicación de este fenómeno, parece, es la desconexión entre lo que los mercados perciben en el corto plazo y lo que prevén para el mediano y el largo. Si quienes tienen la responsabilidad de invertir en fondos propios o ajenos no confían en la dirección que está tomando la economía de Estados Unidos, no obstante los resultados del presente, pues salen de su moneda y compran otras, o se refugian en el petróleo y el oro. La incertidumbre genera desconfianza.
Aunque la perspectiva para el 2018 luzca “razonablemente brillante”, hay grandes interrogantes sobre el futuro de la economía de Estados Unidos, como lo manifestó en días pasados el presidente saliente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley. No son claras las intenciones gubernamentales con respecto al Nafta, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que no le gusta ni poquito al presidente Trump y ha sido clave para Canadá y –ni se diga– para México.
Se percibe, sin embargo, un interés proteccionista. Y, por otra parte, existen las preocupaciones acerca del posible recalentamiento de la economía y el deterioro de la posición fiscal como consecuencia de la baja de las tarifas de los impuestos.
Así que, quiérase o no, la economía mundial –y la colombiana– continuará moviéndose al vaivén de mister Trump.
CARLOS CABALLERO ARGÁEZ
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción