¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

¡Que llegue pronto el 7 de agosto!

Los grandes agentes de cambio positivo en la historia nunca se han recordado por su popularidad.

Hace unos días, un compañero de universidad me escribió diciendo que estaba encantado con la llegada del 2018 porque el 7 de agosto se acabará la “terrible pesadilla”. Le respondí lo siguiente:
Pidamos a gritos que llegue rápido el 7 de agosto y que haya un cambio total de la forma de gobernar. Que volvamos a lo que teníamos antes. Que regresen las 3.000 muertes anuales de la guerra y que volvamos a tener el segundo lugar –o, incluso, lograr el primero– en el mundo en número de desplazados por el conflicto. Que revivamos la guerrilla más longeva del mundo, que renovemos las tomas de pueblos, los secuestros y toda esa violencia incontrolada que tuvimos 52 años.
Fue otro error haber sacado a 5,1 millones de ciudadanos de la pobreza y de la miseria; mejor que el nuevo presidente los regrese a la condición de la que no los debieron haber sacado. Otra equivocación de la pesadilla fue el construir 1,2 millones de viviendas –que equivale a haber creado en 7 años una ciudad del tamaño de Medellín y Barranquilla juntas–. Fue también otra embarrada histórica haber multiplicado por diez las carreteras con doble calzada, mejor haber seguido haciendo pequeños tramos como en el pasado. Peor aún fue haber cubierto con internet el 98 % de los municipios del país –eso fue un gran despilfarro–. E insensato que el presupuesto para la educación sea superior al de defensa –¡qué horror!–. Y hay que acabar cuanto antes ese programa de Ser Pilo Paga, mejor que esos pilos se dediquen –como siempre– al rebusque en sus pueblos y barrios marginales.
Cuanto antes hay que darle de nuevo la espalda a la comunidad internacional –que nos ha apoyado como nunca– para volver a ser colombianos mirados con recelo en los aeropuertos, eso nos hace mucha falta. Que, por favor, nos pongan nuevamente las visas que se logró que nos quitaran más de medio centenar de naciones. Qué delicia volver a rogar para que nos den la visa Schengen y que la de Estados Unidos se restrinja a pocos años, como antes.
Qué bueno que ese 7 de agosto llegue pronto. Para dejar de lado el comercio internacional creciente y la llegada de más inversión extranjera, para volver a aislarnos, que es lo que más nos conviene.
Hay que reversar el fortalecimiento de la clase media –que progresó como nunca antes en los pasados 7 años–. Hay que quitarle a toda esa gente los carros, motos y posibilidades de viajar en avión, que la mejora en sus ingresos produjo.Y qué pereza tener ahora 5 millones de turistas, qué jartera tener que atenderlos, no obstante que por primera vez en la historia se volvió el segundo ingreso del país.
¡Que se acabe esta nueva Colombia y volvamos a la guerra!
Que ojalá la Fundación Corazón Verde que presido, que ayuda a las viudas y huérfanos de la policía, a partir del 7 de agosto tenga que multiplicarse para conseguir más recursos con los que se pueda ayudar como antes (hace 8 años asesinaban más de 700 policías por año, ahora 150). Qué bueno sería regresar a como estábamos en materia de violencia el 7 de agosto del 2010. Porque en estos dos últimos años han hecho mucha falta las tomas guerrilleras. Que surja de nuevo la Patria Boba. La gente que nunca entendió la oportunidad de acabar una guerra de medio siglo que produjo 250.000 muertos y 6,5 millones de desplazados y votó por el No en el plebiscito “emberracada” y engañada por los envidiosos de que se lograra. Qué rico que llegue el 7 de agosto a ver si tenemos de nuevo la oportunidad desde nuestra comodidad urbana de conocer a los nuevos desplazados de la violencia en los semáforos.
Los grandes agentes de cambio positivo en la historia nunca se han recordado por su popularidad ni por sus niveles de favorabilidad en las encuestas.
CARLOS ALBERTO LEYVA*
* Presidente de la Fundación Corazón Verde
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción