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Con perfume de mujer

Al terminar el libro, se percibe que la feminización abarca todas las esferas del ser humano.

Una autobiografía es como abrir las ventanas de la casa y comunicarse con la luz exterior. Es la percepción al leer La feminización de la política, de Ángela María Robledo. Uno es hecho en casa, y todo lo que ello implica. Nacida en Manizales, una ciudad “encerrada entre montañas y en sí misma”, con matices como ser una ciudad universitaria, un nicho del tango y sede del más antiguo Festival Internacional de Teatro en Colombia.
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Esta es la mujer a quien Mockus en una bella metáfora llamó “la partera de la paz” y Gustavo Petro invitó a participar como vicepresidenta en las elecciones del 2018, donde obtuvieron ocho millones de votos. Estudió psicología en la Universidad Javeriana y posteriormente fue decana de la misma carrera, en la cual dejó huella al hacer énfasis en que la psicología más que estudiar al individuo es el hecho social que lo circunda.
Estuvo en el diván de Jung, leyó los mitos griegos, ahondó en Hannah Arendt y en Scherezade encontró a una amazona y orfebre que teje la vida con palabras y salvó a muchas mujeres de la sevicia del sultán. El matemático Carlo Federici fue vital en su ingreso a la política, para transformar a Colombia en un país más incluyente y democrático. Hubo varios asuntos que me impactaron del libro de Ángela María Robledo, cuando dice que le cerró las puertas al amor, porque “casi todos los hombres son iguales”. Sutil como es ella, deja ese misterio arando en el viento.
Otro es el pequeño y gran homenaje que le hace a Genoveva Alcocer, el personaje femenino de Germán Espinosa en La tejedora de coronas. Cuando fue directora del DABS, trabajó por las prostitutas y los extraviados de El Cartucho, donde Diógenes, un habitante de la calle, les enseñó que en medio del escarnio brillaba una luz de esperanza. O su firmeza cuando la llamó Álvaro Uribe Vélez para ofrecerle el ICBF, y le respondió que ella no podía trabajar con alguien que alimentaba la guerra.
Cuando se retiró de la Colombia Humana porque no estuvo de acuerdo con la candidatura de Hollman Morris, y le envió una carta a Petro, que aún no ha tenido respuesta. Al terminar La feminización de la política, se percibe que la feminización es algo natural y abarca todas las esferas del ser humano, donde se mezclan la experiencia, la sensibilidad, el conocimiento, el trabajo, la humildad, y sobre todo, el coraje que tiene perfume de mujer.
ALFONSO CARVAJAL
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