En la que desde el pasado 21 de marzo había sido zona de combates en el estado Apure, fronterizo con el departamento de Arauca, ya no hay presencia militar.
Así lo aseguró Juan Francisco García, coordinador en la entidad de la ONG Fundaredes, en una conversación que sostuvo con EL TIEMPO en la tarde de este miércoles, a propósito de la reciente liberación de los ocho militares venezolanos secuestrados por el Frente Décimo de las Farc en el marco de dicho conflicto.
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“Lo que se está teniendo es una presencia fuerte, abrumadora y contundente de las Farc dentro de la zona de La Victoria, de la población como tal, no solamente de sabanas abiertas y de las zonas boscosas, sino de la población como tal y de todo el territorio de la parroquia Urdaneta del estado Apure”, aseguró García
La zona ya había sido abandonada por sus habitantes, quienes se habían desplazado masivamente hacia Arauquita cuando iniciaron los enfrentamientos entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y los disidentes.
“Luego de los constantes enfrentamientos que se desarrollaron allí, de las explosiones, del ajusticiamiento por parte de la FAES, de la conducta indecorosa que ha tenido la FANB al apropiarse de los pocos bienes materiales que tenían algunas familias ahí, sienten temor y terror de volver al territorio venezolano, apureño”, dijo García.
Sin embargo, ahora que, según Fundaredes, se habría cedido el territorio a los irregulares para recuperar a los militares secuestrados, podrían comenzar a retornar de Colombia.
ONG confirma liberación de militares venezolanos en manos de las Farc
Twitter: @javiertarazona
“No es fácil la situación económica, la conmoción social que han vivido los habitantes de La Victoria pero sí hay ánimo, pues, siempre y cuando haya garantía de la vida, sí hay ánimo de los pobladores de retornar a su territorio”, aseguró García en su conversación con este diario.
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Para hacerlo, sin embargo, deberán atravesar nuevamente el río Arauca, controlado en este momento por la guerrilla venezolana Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL), según detalló el coordinador en Apure de Fundaredes, y quienes junto al Eln estarían ejerciendo en este punto labores de inteligencia para el régimen y control de la población.
“El terror social y sometimiento que se ha dado a la población de La Victoria es increíble”, sintetizó García.
Tras más de dos meses de conflicto, Fundaredes hace un balance en el que contemplan hasta 7 mil desplazados en el momento más álgido, ejecuciones extrajudiciales a campesinos por parte de la temida Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana, 20 militares muertos, otros más heridos y dos que permanecen desaparecidos. Sobre estos últimos –dijo– “se teme lo peor”.
De momento, sin embargo, las partes habrían entrado en tregua.
“Estos vínculos, relación histórica entre las Farc y el Estado venezolano son los que permiten que fluyan estas negociaciones y se logre la liberación de estos ocho militares, porque, por la vía armada, es lamentable pero el Estado venezolano no ha podido tener control del territorio ni ha podido desplazar al Décimo Frente del territorio de La Victoria y del estado Apure en general”, explicó García.
La versión del régimen, sin embargo, apunta a que rescató a los militares secuestrados en una operación. Fundaredes insiste en que fue producto de una negociación con los guerrilleros y, de hecho, –aseguró García– en el marco de esta, en Apure, habrían hecho presencia autoridades políticas de partidos cercanos al régimen de Nicolás Maduro e incluso “algunos personeros importantes del (gobernante) Partido Socialista Unido de Venezuela” así como organizaciones internacionales como la Cruz Roja Internacional.
ANDREÍNA ITRIAGO
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
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