Con arengas como “y ya cayó, y ya cayó, la dictadura ya cayó", venezolanos que viven en Bogotá y que se reunieron este miércoles para protestar contra el régimen de Nicolás Maduro, celebraron la proclamación de Juan Guaidó como presidente encargado del país vecino.
La oposición convocó desde la semana pasada una nueva protesta para exigir lo que consideran es la “usurpación” del poder de Nicolás Maduro, y las movilizaciones terminaron en un la juramentación de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y en un apoyo que incluye desde el presidente de EE. UU., Donald Trump, hasta mandatarios de otros países como Colombia, Perú, Paraguay, Ecuador, Brasil y Costa Rica.
En Colombia, el país que más ha recibido venezolanos -más de un millón- tras el éxodo de quienes huyen de la situación económica y social, las concentraciones también se dieron en Medellín, Bucaramanga, Bogotá, Cartagena, Barranquilla, Cúcuta y San Juan de Buenavista, en el Magdalena.
En la capital del país, unos dos mil venezolanos se concentraron sobre las 4 de la tarde en la carrera 15 con calle 85 y luego caminaron hacia la casa del embajador de Venezuela en Colombia en la calle 85 con carrera séptima.
Desde allí, expresaron su apoyo a Juan Guaidó, quien también es el presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, y pidieron que se haga un transición a un nuevo gobierno y que se convoque a elecciones.
Francine Howard, una de las voceras de la comunidad venezolana en Colombia y coordinadora del partido Voluntad Popular (VP), el mismo de Leopoldo López y de Guaidó, afirma que lo único que le queda al régimen es ceder el poder.
“Ya no le queda nada Maduro. Ellos saben que esta es la recta final y el apoyo de la comunidad internacional así lo confirma. Ahora necesitamos todos los venezolanos apoyen a Juan y que eso nos permita el Gobierno de transición hacia la democracia”, explica.
Mientras tanto, miles de venezolanos con banderas, pitos y vuvuzelas daban gritos de libertad.
“Y ya cayó, y ya cayó, la dictadura ya cayó. Esta es la ruta, esta es la ruta, esta es la ruta para sacar allá dictadura”, cantaban los asistentes a la concentración en Bogotá al tiempo que coreaban el himno de Venezuela y otras arengas en favor de Guaidó.
Martha Lucía Barón, una colombiana que vivió durante 19 años en Caracas, afirmó que ya no hay retroceso para “la victoria que acaba de conseguir la oposición”
“Llevamos 20 años luchando por esto. Ya no hay otro momento. Es ahora y es aquí. Nosotros tenemos experiencia, hemos fracasado, nos han encarcelado, nos han exiliado, ahora es el principio del fin. Lo logramos”, explica Barón con evidente entusiasmo.
Más calmado, pero también optimista, el diputado opositor Juan Manuel Olivares, exiliado en Colombia desde el año pasado y presente en la movilización, le dijo a ELTIEMPO.COM que se vienen horas cruciales para el quiebre del gobierno de Maduro y que se debe intensificar la presión internacional sobre ese país.
“No queda más que estar en las calles, apostando a ese cambio, apostando a cumplir la Constitución. Como diputado de la Asamblea Nacional le envío un mensaje a las Fuerzas Armadas de mi país: a usted capitán, teniente, coronel, general, tienen un nuevo comandante en jefe, tomar las armas para devolver la República no es un delito es devolver la democracia a los venezolanos”, afirmó mientras caminaba con los venezolanos en la movilización en Bogotá.
Durante todo el trayecto, vecinos del sector y aplaudieron desde las ventanas, pitaron desde sus vehículos y algunos más abrazaron a los venezolanos que iban caminando. En respuesta a estas manifestaciones, que contrastan que otras de xenofobia que se han visto en el país, los venezolanos gritaron varias veces: gracias Colombia, gracias Colombia, gracias por todo.
Así se vive la concentración de venezolanos en Bogotá que protestan contra el Gobierno de Nicolás Maduro. pic.twitter.com/mWRrDCydHP
— EL TIEMPO (@ELTIEMPO) 24 de enero de 2019
El presidente de Colombia, Iván Duque, fue uno de los primeros en reconocer a Guaidó como mandatario interino. A través de un comunicado, la Cancillería indicó que dio su pleno respaldo al presidente de la Asamblea Nacional “en atención a las normas constitucionales y ante la ilegitimidad del régimen de Nicolás Maduro”.
En el documento también afirmó que “apoya el inicio del proceso de transición democrática a fin de realizar nuevas elecciones, en el más breve plazo, y con la participación de todos los actores políticos”.
También condenó los actos de violencia ocurridos durante esta jornada.
Medios locales independientes registraron la concentración de cientos de miles de personas que llenaron las principales vías de Caracas, quienes con banderas y carteles protestaron contra el régimen.
Las marchas y concentraciones lograron reunir a miles de personas en estados como Zulia (limítrofe con Colombia), Mérida, Trujillo, Lara, Aragua y Carabobo.
Este 23 de enero, además, no era una fecha cualquiera para los venezolanos. Era un día simbólico que recuerda la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez ocurrida hace 61 años y que para muchos dio paso a la época democrática más larga que tuvo el vecino país.
“Este 23 es todo para nosotros. Si cayó Marcos Pérez, podemos con ese señor Maduro. Seis décadas después, Venezuela vuelve a vivir y a decir no más, no más. Como dice mi hija en la cartelera que trajo hoy: ella por fin va a conocer Venezuela”, dijo Victor Enríquez, otro venezolano que estaba en la marcha.
Este miércoles se dio una gesta más pequeña, pero muy parecida a la de ese entonces, aunque la incertidumbre sobre el futuro político de Venezuela sigue estando a la orden del día.
Aún con las esperanzas puestas en Juan Guaidó como presidente interino, la oposición y los venezolanos saben que la respuesta del régimen puede ser dura. De hecho, tras las declaraciones de apoyo del vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, chavistas aseguraron que son un “llamado abierto” a un golpe de Estado.
Las movilizaciones se dieron 13 días después de que Nicolás Maduro asumiera por segunda vez el mandato de Venezuela tras las elecciones del 20 de mayo que, no solo muchos venezolanos, sino un amplia mayoría de la comunidad internacional considera ilegítimas.
Poco después de la juramentación, Maduro realizó una intervención desde el Palacio de Miraflores donde estuvo rodeado de sus más cercanos funcionarios: la primera Dama, Cilia Flores, Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela y Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Desde el balcón por el que hemos visto varias veces al chavismo dar sus más fuertes declaraciones, Maduro afirmó que este es un intento más de Estados Unidos para “entremeterse en los asuntos de Venezuela”, y decidió romper relaciones diplomáticas y comerciales con Estados Unidos.
“Como presidente constitucional de Venezuela, como jefe de Estado y jefe de Gobierno declaró que rompemos relaciones diplomáticas y comerciales con Estados Unidos (…) Lacayos de la derecha y oposición venezolana: es la mayor insensatez desde la época de Carmona. Le ha ido bien por el camino de la conspiración, el complot y el 'golpismo”, dijo Maduro en referencia al político venezolano Pedro Carmona, quien asumió la presidencia de facto durante 47 horas durante el golpe de Estado de 2002.
El mandatario se refirió a Colombia y dijo que no será más esclavo de la oligarquía colombiana.
“Pretenden gobernar a Venezuela desde Washington; pretenden gobernar a Venezuela desde Bogotá...nos convertimos en esclavos de la oligarquía colombiana”, indicó.
Hace tiempo que la mayoría de los venezolanos no apoya el proyecto revolucionario de Nicolás Maduro, pero éste sigue teniendo una base de apoyo popular indescartable, a lo que se suma quizás el más importante de todos en este momento: el de la Fuerza Armada Nacional, que aún no se manifiesta.
CINDY MORALES
Subeditora ELTIEMPO.COM
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