Pasar días en cola para echar gasolina o pagarla hasta en siete dólares por litro en el mercado negro podría dejar de ser una realidad en Venezuela. Al menos temporalmente.
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A partir de este lunes, según informaron voceros del régimen, nuevamente las estaciones de servicio del país despacharán combustible. En su mayoría habían permanecido cerradas durante la cuarentena por el covid-19, en el caso de la capital, y desde mucho antes en el interior, por una agudización en la escasez de gasolina.
“Están surtiéndose más de 1.500 gasolineras del país gracias a Irán y a mucha otra gente”, adelantó Maduro el sábado, en cadena nacional. Se refería a empresarios privados que, a partir de ahora, también participarán en el suministro de combustible a esta nación latinoamericana, otrora productora y exportadora de gasolina, y con una de las mayores reservas de petróleo del mundo, pero cuya industria, insisten los expertos, fue derruida durante el chavismo.
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Las cosas, sin embargo, no volverán a ser como antes. Los venezolanos estaban acostumbrados a pagar precios irrisorios por la gasolina o a no pagar por ella y dejarle alguna cosa de comer al bombero, en el mejor de los casos. Ahora, deberán ajustarse a un nuevo esquema de precios y participación por días, de acuerdo con el último número de la placa del carro.

Vehículos que hacen fila para cargar gasolina, en Caracas (Venezuela).
Efe
Por una parte, habrá unas 1.300 estaciones de servicio con gasolina subsidiada a 5.000 bolívares (unos 2,5 centavos de dólar) por litro. Llenar el tanque de un carro costaría, en estas estaciones, unos 200.000 bolívares, alrededor de 1 dólar o un cuarto del salario mínimo en Venezuela.
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“En medio de una caída del PIB de entre un 15 y un 20 por ciento en el 2020, se aumenta la gasolina en 50.000 millones por ciento en momentos en que sufrimos la peor hiperinflación del planeta”, trinó el reconocido economista José Toro Hardy, al incorporarse al acalorado debate que se suscitó en redes sociales a partir de los anuncios. “Lo peor será el impacto inflacionario que esta medida provocará en el país”, acotó.
Pero, en estas estaciones de servicio con gasolina a precios subsidiados, habrá límites: por mes, los vehículos particulares solo podrán acceder a 120 litros y las motos a 60 litros. Y hay más: para poder beneficiarse de estos precios habrá que estar inscrito en el polémico Sistema Patria, lo que para Toro Hardy constituye “un acto de brutal e inconstitucional discriminación”.
Paralelamente se instauró una red de 200 gasolineras que surtirán un “producto súper premium”, como lo vendió Maduro en su alocución del sábado. Este les costará a los venezolanos medio dólar por litro, con lo que, llenar el mismo vehículo tendría un precio, en una de estas estaciones de servicio, de unos 20 dólares, o el equivalente a cinco salarios mínimos.
El líder opositor Juan Guaidó salió al paso de los anuncios y convocó a una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional que preside, para el pasado domingo.
Durante el encuentro virtual, cuya transmisión se vio afectada por un bloqueo de YouTube e Instagram en el principal proveedor de Internet del país, los diputados opositores aprobaron un acuerdo en rechazo a las medidas.
“Teníamos la gasolina subsidiada más barata del mundo y pasó a ser la más costosa. La peor tragedia es que no la van a conseguir al precio que anunciaron. Todos sabemos el esquema, sabemos lo que sucedió con el subsidio, todos sabemos lo que pasó con Cadivi”, dijo Guaidó durante el debate, al referirse a la Comisión Nacional de Administración de Divisas, uno de los organismos encargados de administrar las divisas a los ciudadanos durante el control cambiario.
El ladrón y destructor de la industria petrolera hizo que pasemos de tener la gasolina más barata del mundo a la más cara.
— Juan Guaidó (@jguaido) May 31, 2020
Todo conocemos ya este esquema: se va a duplicar el bachaqueo por combustible.
Te hago un llamado a rebelarte, a visibilizar y difundir tu protesta. pic.twitter.com/bniG2OcxUX
“Esto duplicará lo que llaman en Venezuela el bachaqueo, es decir, el comercio extraoficial para poder acceder a combustible”, acotó el líder opositor.
Según el ministro de Petróleo del régimen, Tareck El Aissami, el ajuste en el precio del combustible, que catalogó de “justo y humanista”, apuntaba precisamente a atacar a las “mafias” que se han instaurado alrededor de la gasolina, en las que, según denuncias de los consumidores, participan efectivos militares.
“El subsidio a la gasolina costaba unos $ 12.000 millones por año, monto inalcanzable en medio de esta crisis”, trinó Toro Hardy.
Los venezolanos cuyo autos tienen placas terminadas en 1 o 2 salieron desde la madrugada de este lunes para intentar surtir. Sin embargo, y según relataron a EL TIEMPO algunos de ellos, efectivos policiales les impidieron formarse en colas hasta cuando saliera el sol.
Aunque el horario estipulado para la apertura de las bombas, según voceros oficiales, era a las 6:00 am, pasadas las 8:00 am muchas de estas bombas aún no habían abierto. “Hoy no es el día de poner gasolina”, decían algunos desanimados conductores en una de las filas al sureste de Caracas, mientras esperaban la llegada de funcionarios de la Guardia Nacional con las máquinas de cobro.
Los rumores sobre la obligación de tener el Carné de la Patria, considerado un mecanismo de control social, para poder surtir en las estaciones de servicio con gasolina subsidiada, arreciaban a medida que transcurría la espera.
Algunos guardias calmaban los ánimos y les repetían a los ansiosos conductores que solo era necesaria la cédula de identidad y el carné de circulación del vehículo.
En el municipio Chacao, al noreste de la capital, las filas se cruzaban unas con otras, mientras ladrones aprovechaban para robar a varios conductores.
Al final del día, no todos lograrían ripostar. En la zona de El Hatillo, una de las más alejadas del Centro y donde hasta la semana pasada “bachaqueros” vendían la gasolina hasta en 7 dólares por litro, la estación de servicio no fue surtida. Según les informaron a los conductores de esta zona, el vehículo con combustible llegaría en horas de la tarde, lo que quizás les permita a los de las placas que terminan en 2 y 4 echar gasolina este martes.
ANDREÍNA ITRIAGO
Corresponsal de EL TIEMPO
CARACAS
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