Fernán Martínez recuerda Paz sin Fronteras con lujo de detalles. Solo con hacerle una pregunta, el mánager y periodista payanés se despacha en datos, referencias, anécdotas y todos los pormenores de lo que fue el histórico concierto realizado en 2008 para bajarle la tensión a la crisis entre Ecuador, Venezuela y Colombia.
Cuenta, por ejemplo, que el espectáculo se planeó en apenas dos semanas y que la carrera contrarreloj incluía volver un lugar de paso, lleno de maleza, un punto de hermandad. También coordinar los vuelos de los artistas, lograr que todos dieran el sí a que solo hubiese una banda para todos, y movilizar a la Policía y la Defensa Civil para que acompañara el concierto.
“Fue una labor de Cancillería, conseguimos apoyo para todo, desde las flores blancas, hasta el transporte de los carpinteros y la gente que hizo la escenografía”, cuenta Martínez a EL TIEMPO.
Martínez, entonces manager de Juanes, reconoce que la fuerza de la convocatoria fue completamente del artista paisa aunque la propuesta llegó en el momento más agitado de la gira que en ese momento adelantaban.
“Juanes tenía muchos compromisos en ese momento, unos días antes tenía una presentación en Puerto Rico y nos tocó correr para conseguir quien lo trajera de vuelta. Hasta en avión de carga lo pensamos, pero el momento lo ameritaba. Es que lo que queríamos crear conciencia, la situación está vuelta nada en ese momento”, explica Martínez.
Esa experiencia era suficiente para que hace un par de semanas los organizadores del Venezuela Live Aid, el concierto que el magnate Richard Branson hará en el puente de Tienditas en la frontera colombo-venezolana, lo llamarán para que les diera algunos consejos.
“Los productores de Branson me llamaron y yo estuve haciendo algunas asesorías. Les dije que lo más importante son los artistas y quién asuma la vocería del espectáculo”, afirma.
Además, afirma que fue él quien defendió la idea de que el concierto se hiciera en el puente de Tienditas.
“Esa gente quería hacer eso en una carretera internacional y yo les dije que estaban locos. Una carretera no dice nada, no comunica. El puente de Tienditas es el escenario natural donde debe darse. Es una construcción muy moderna hecha por ambos países, pero sobre todo está llena de símbolos y los símbolos son importantes si quieres ser mediático”, dice el manager.
El Venezuela Live Aid se hace un día antes de la entrega de la ayuda humanitaria y eso no es un detalle menor (...) Esta es una embestida diplomática para asfixiar al dictador
Martínez tiene fama de ser un hombre al que nada se le escapa. En sus redes sociales comenta sobre la realidad nacional y no le tiembla la mano para criticar lo que no le gusta o para expresar sus opiniones, muchas veces explosivas. Por eso, no sorprende que vea más allá y que sepa para qué es el espectáculo.
“Al final me dieron la razón con lo del puente. Si usted va hacer un concierto por la integración, a quién carajos se le ocurre hacerlo en una carretera. Imagínese esto: hay una transmisión de no sé cuántas horas con los artistas cantando y detrás esos containers y ese tractor que Venezuela puso para bloquear la entrada. Eso dice todo. Dice todo. Hay que buscar íconos, y ese sí que es un símbolo de la resistencia”, asegura.
El payanés estira aún más la charla. Sabe que la política tiene que ver con todo y no oculta que hasta en la iniciativa de Branson los intereses están de por medio.
“El Venezuela Live Aid es muy importante en término políticos. Se hace un día antes de la entrega de la ayuda humanitaria y eso no es un detalle menor, pero esa también es la diplomacia de la música porque crea conciencia, porque logra que la gente mire a donde quiero mirar, porque pone la cámara ahí. Esta es una embestida diplomática para asfixiar al dictador”, afirma Martínez sin que le tiemble la voz.
De acuerdo con el mánager, algunas autoridades han estado al corriente de la organización del concierto, con el tema de permisos y organización en seguridad porque se espera que unas 500 mil personas acudan al espectáculo. Aunque desde Presidencia se afirma que al ser una iniciativa privada, ninguna entidad gubernamental ha estado involucrada en la logística.
Martínez dice que, hasta donde supo, podría haber más de 1.500 policías y 600 voluntarios de la Defensa Civil. También que los camerinos de los artistas y el centro de prensa estarán ubicados en las bodegas cercanas a donde están guardando las donaciones.
“Esto va a ser un momento para generar una emoción internacional y la cosa es así: si el concierto sale bien, será un acierto de mister Branson, si sale mal, será una falla del Gobierno porque estamos con una exposición a todos los niveles, pero hasta ahora están funcionando las cosas. Y yo de una vez propongo, quítenle ese nombre al puente de Tienditas, debería llamarse, el puente de la hermandad”, dice Martínez.
No hay duda de que el payanés abrió el camino para este tipo de conciertos y que se adelantó por más de una década a “mover las masas”, como él dice. El viernes será un espectador más del Venezuela Live Aid. “Yo me voy a gozar el concierto, claro que voy a ir, ya veremos qué hace el vecino”.
CINDY A. MORALES
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