Aunque la juramentación de Nicolás Maduro se trató de un evento serio, tanto como la crisis humanitaria que atraviesa la sociedad venezolana o como el cerco diplomático que le han puesto los países de la región a través de organismos multilaterales y decisiones unilaterales, el acto de este jueves en el Tribunal Supremo de Justicia tuvo algunas notas curiosas o, por lo menos, llamativas.
Una de estas fue la indirecta que Nicolás Maduro le envió a Iván Duque cuando explicaba los lazos históricos que unen a Venezuela con Ecuador y Colombia y que se ven, por ejemplo, en las banderas similares de los tres países y en que fueron liberados por el ejército de Simón Bolívar, “el mismo que liberó en Boyacá a Colombia, no es del Capitán América”.
Aunque no profundizó en el comentario, es claro que Maduro se refería a la reciente polémica por una referencia histórica que hizo Iván Duque durante su reunión con el secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, cuando dijo que los “padres fundadores” de Estados Unidos habían cumplido un papel “crucial” en la independencia de Colombia, a propósito del bicentenario.
Momentos antes, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Venezuela, Maikel Moreno, quien fue el encargado de hacerle juramentar a Maduro, generó risas en el auditorio cuando perdió el hilo del juramento y se vio obligado no solamente a pausar, sino también a leer, sobre la mesa, y recordar qué era lo que seguía. Maduro se mantuvo serio durante el impasse.
Otro asunto que llamó la atención, pero al final pareció pura especulación, fue que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, se sentara con el resto del gabinete ministerial y no con la cúpula militar.
Aunque esto fue una cuestión de protocolo, fue llamativo porque apenas horas antes el diario estadounidense ‘The Washington Post’ había publicado versiones de disidencias al interior del régimen chavista. Una de sus fuentes asegura que Padrino le pidió la renuncia a Maduro.
Durante el discurso de Maduro también llamó la atención que, a pesar de que suele ser buen orador, le resultaba complicado pronunciar los nombres y países de origen de muchos de sus invitados, de lugares como Abjasia, Osetia del Sur o incluso el del representante del gobierno chino. Estos los leyó de una lista de protocolo.
Y finalmente, otro hecho llamativo, especialmente desde Colombia, fue la invitación que hizo Maduro a los inversionistas colombianos a invertir en Venezuela, invitación que además le encomendó como misión a ‘Piedad’, a secas, quien sería la exsenadora y excandidata presidencial Piedad Córdoba, quien asistió a la ceremonia y recibió un efusivo saludo de Maduro antes de su juramentación.
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