Luego de que al menos 22 personas fallecieran en un naufragio en alta mar, mientras transitaban una peligrosa ruta de tráfico de migrantes venezolanos, las autoridades estiman que la cifra podría ser mayor, considerando que hay personas que han indicado que tienen familiares que todavía están desaparecidos.
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David Smolansky, nombrado por el presidente interino de Venezuela Juan Guaidó como comisionado ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), habló con EL TIEMPO sobre esta grave crisis migratoria que, según él, es una situación repetitiva.
"Esta no es la primera vez que ocurre esta situación, esta es una ruta en la que operan distintos grupos armados y que no solo se dedican al narcotráfico y contrabando, sino a la trata y tráfico de personas. Este es el tercer episodio en tres semanas que ocurre entre Venezuela y Trinidad y Tobago", le explicó a EL TIEMPO Smolansky.
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La tragedia se produce pocos días después de que otro grupo de venezolanos, compuesto en su mayoría por niños, estuviera desaparecido en altamar durante dos días luego de que las autoridades de Trinidad y Tobago los enviaran de nuevo a Venezuela poco después de llegar a la isla.
"La dictadura de Nicolás Maduro coordinó con Trinidad y Tobago la deportación de 161 venezolanos que se sumó a la compleja situación de los menores de edad que quedaron a la deriva", dijo Smolansky.

Se estima que la mayoría de venezolanos salen del país en busca de oportunidades hacia países vecinos como Colombia y Brasil.
Juan Pablo Rueda Bustamante / El Tiempo
El comisionado ante la OEA señala que las cifras del gobierno de Nicolás Maduro se oponen a las que ellos han consignado y que datan de muchos más venezolanos en medio de esta crisis migratoria.
"Nosotros estimamos que hay 40 mil venezolanos en Trinidad y Tobago, y en este año y medio muchos más han llegado sin la oportunidad de registrarse, lo que significa que son personas indocumentadas con difíciles opciones para acceder al sistema de salud o a posibilidades de trabajo", dijo el comisionado.
Ante esta dinámica, Smolansky invita a Trinidad y Tobago que más allá de las dinámicas de regulación migratorias, trabaje en políticas que prevalezcan los Derechos Humanos de la población migrante, en especial de las mujeres que son, en su mayoría, víctimas de la trata de personas.
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"Colombia mantuvo la política de fronteras abiertas, antes del coronavirus, al igual que Brasil que, incluso, otorga el estatus de refugiado. Son dos países vecinos que entienden las razones por las cuales huyen los venezolanos del país, pero en el caso de Trinidad y Tobago lo que está teniendo es un trato negativo hacia los migrantes implementando detenciones y deportándolos", sentenció Smolansky.
REDACCIÓN INTERNACIONAL