La muerte del concejal Carlos García, quien pagaba prisión desde diciembre del 2016 en medio de un juicio plagado de irregularidades, redescubre la existencia de presos políticos en Venezuela y el maltrato que reciben del Gobierno.
El edil de 44 años de edad representaba al pueblo llanero de Guasdualito (estado Apure) y era miembro del partido opositor Primero Justicia. Fue señalado como uno de los responsables de los daños en dos bancos en las protestas cuando el presidente Nicolás Maduro decidió el retiro del billete de cien bolívares.
Sus allegados aseguran que el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) lo incriminó con pruebas falsas y luego, una vez preso, se negó, junto con el tribunal que llevaba el caso, a atender los ruegos de la familia para que García tuviera atención médica, pues el concejal perdió la sensibilidad en las manos y parte del control de su cuerpo tras sufrir un accidente cerebrovascular, luego de infección del sistema nervioso central y toxoplasmosis.
Las reiteradas violaciones de DDHH apagaron la vida de Carlos,que Dios lo tenga en su gloria,nuestro sentido pésame a su familia. #JUSTICIA https://t.co/7BafsJrhI7
— Julio Borges (@JulioBorges) 18 de septiembre de 2017
En el hospital de San Cristóbal quedó recluido, en condición de preso, y padeció la escasez de medicinas que azota Venezuela y que terminó por costarle la vida. El concejal recibió el beneficio de casa por cárcel dos días antes de morir.
Sin embargo, el Sebin tampoco permitió que el hombre fuera llevado a su casa. “Es otro caso de tortura a los presos políticos”, denuncia Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal Venezolano, que brinda atención judicial gratuita a estos detenidos.
Por su parte, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela aseguró el lunes por medio de un comunicado que al concejal García no le faltó atención médica como denunciaron varios dirigentes de la oposición.
Allí quedó recluido, todavía en condición de preso, padeció la escasez de medicinas que azota Venezuela y que terminó por costarle la vida.
Hasta el último minuto familiares y amigos estuvieron buscando varios antibióticos recetados para tratar la “infección del sistema nervioso central” y la toxoplasmosis que sufría.
Dos días antes de su muerte, el tribunal que llevaba su caso ordenó el beneficio de casa por cárcel, pero el SEBIN no permitió la salida del edil a su casa.
La autoridades al parecer desconocían el verdadero cuadro médico de Carlos Andrés García y algunos medios del estado Apure dicen que el gobierno consideraba que el concejal padecía de ataques de esquizofrenia.
El domingo a las dos de la tarde el concejal tomó su última dosis de medicamentos y poco después murió.
En el estado Apure a García se le consideraba como un luchador social desde muy joven.
El diputado y militante de Voluntad Popular, Gilber Caro, está en la cárcel de Tocuyito, estado Carabobo y lleva 8 días en huelga de hambre.
Está en aislamiento severo, dice su familia, que tiene 5 días sin verlo. Caro fue imputado por un tribunal militar por "traición a la patria".
La abogada Theresly Malave confirmó en su Twitter que Caro había sido presentado ante la justicia después de cuatro meses y 20 días. El pasado 11 de enero Caro fue detenido junto a su pareja Steyci Escalona en el peaje de La Cabrera, en la autopista Regional del Centro.
Otro de los presos políticos detenidos y que se encuentra en delicado estado de salud es el alcalde de Barquisimeto, Alfredo Ramos.
Se ha denunciado que Ramos está preso, pero padece una fuerte crisis hipertensiva.
Carlos Graffe, líder social del partido Voluntad Popular -partido en el que también milita el líder opositor en detención domiciliaria Leopoldo López- tiene un severo problema renal y está recluido en la prisión militar de Ramo Verde.
Igualmente, de los 22 estudiantes detenidos el 2 de julio pasado y que habían sido llevados a la cárcel de El Dorado, en el estado Bolívar, cuatro adquirieron paludismo y por ese motivo fueron trasladados a la cárcel de Tocuyito, ubicada en el estado Carabobo.
VALENTINA LARES MARTIZ,
Corresponsal de EL TIEMPO en Caracas
*Con información de El Nacional GDA
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