Este martes, cuando el mundo se acerca rápidamente a los 400.000 casos confirmados de covid-19, y supera los 17.000 fallecidos por la enfermedad, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, aseguró que las sanciones económicas contra los países “deberían atenuarse o suspenderse, tanto por razones de salud pública como para reforzar los derechos y defender las vidas de millones de personas”.
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“Es fundamental que se evite el colapso de los sistemas sanitarios nacionales, habida cuenta de la explosiva repercusión que eso podría tener en términos de muerte, sufrimiento y ampliación del contagio”, afirmó Bachelet, por lo que pidió que las exenciones humanitarias contempladas en las sanciones permitan “la autorización rápida y flexible de suministrar equipos y material médico”.
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Bachelet se refirió específicamente a los casos de Cuba, Corea de Norte, Irán, Myanmar, Venezuela y Zimbawe, en donde las sanciones podrían ser un obstáculo para la respuesta sanitaria de las autoridades.
“La población de esos países no es responsable en modo alguno de las políticas que han motivado las sanciones y, en diverso grado, ya han tenido que vivir en condiciones muy adversas durante largos periodos”, manifestó la alta comisionada, para quien “las medidas que obstaculizan la importación de suministros médicos esenciales causarán perjuicios duraderos a las comunidades más vulnerables”.
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Bachelet habló específicamente de los casos de Cuba, Corea de Norte, Irán, Myanmar, Venezuela y Zimbawe.
EFE
Acerca de Irán, en donde casi 25.000 personas se han contagiado y al menos 1900 han muerto como consecuencia del coronavirus, Bachelet aseguró que “informes de derechos humanos han insistido reiteradamente en la repercusión de las sanciones sectoriales sobre el acceso a equipos y medicamentos esenciales, incluidos los respiradores y el material de protección que necesitan los trabajadores sanitarios”.
En el mismo sentido, recordó que en el país han muerto 50 médicos desde que la pandemia llegó a su territorio hace cinco semanas.
Sobre Venezuela, en donde se han confirmado 77 contagios y ningún fallecimiento, la funcionaria de la ONU recordó que allí algunos hospitales sufren cortes regulares de agua y electricidad, y que hay escasez de medicamentos, equipos, jabón y desinfectante: “Aunque esta situación ya existía antes de las sanciones, la atenuación de estas permitiría una mayor asignación de recursos para tratar y prevenir la epidemia”.
Finalmente, Bachelet pidió a los países sancionados ser transparentes con la información que proporcionan, aceptar las ofertas de asistencia humanitaria, dar prioridad a los sectores más vulnerables de la población y aprobar medidas que ofrezcan a las organizaciones nacionales e internacionales las garantías necesarias para realizar su labor humanitaria sin interferencias.
“Ningún país puede combatir eficazmente esta epidemia actuando en solitario. Debemos proceder de manera solidaria, cooperativa y cuidadosa”, concluyó Bachelet.
CARMEN LUCÍA CASTAÑO
Para EL TIEMPO
GINEBRA