Los menores deben entrenar con armas, realizar pruebas de puntería y lanzarse en paracaídas.
La operación para apoderarse de la península de Crimea, llamada por los rusos como "La primavera de Crimea", dio lugar a un aumento en la "educación militar y patriótica" de los jóvenes de aquel país.
Los menores deben entrenar con armas, realizar pruebas de puntería y lanzarse en paracaídas.
Una de las escuelas que forman a menores como soldados en guerra es el campamento llamado "Caballeros rusos", en el que entrenan hasta 600 niños y niñas cada verano. Al año, este campo recibe a más de 1.500 adolescentes.
Los menores deben entrenar con armas, realizar pruebas de puntería y lanzarse en paracaídas.
Los menores que asisten a estas escuelas no se salvan de los fuertes ejercicios físicos que cualquier soldado debe hacer. Todos los días reciben entrenamiento de armas, pruebas de puntería, de conducción e incluso deben lanzarse en paracaídas.
Los menores deben entrenar con armas, realizar pruebas de puntería y lanzarse en paracaídas.
Los instructores les enseñan a los niños como ser hábiles en el terreno de guerra y cómo utilizar adecuadamente las armas. Muchos de ellos pasaron años en "puntos calientes" o zonas de conflicto.
Los menores deben entrenar con armas, realizar pruebas de puntería y lanzarse en paracaídas.
"Mañana comienza hoy" dice el lema de otro de los campamentos que entrena a menores para la guerra. Esta es una escuela de cadetes en Stavropol, Rusia, que lleva el nombre de Alexei Yermolov, un general ruso del siglo XIX.
Los menores deben entrenar con armas, realizar pruebas de puntería y lanzarse en paracaídas.
La mayoría de los cadetes provienen de familias de soldados rusos activos. Aproximadamente el 40 por ciento de los que abandonan la escuela se unen a las agencias militares o policiales.