El presidente estadounidense Donald Trump finalizó este martes su visita oficial a Israel, sin haber planteado un plan concreto para el logro de la paz entre israelíes y palestinos y sin haber hablado explícitamente de un Estado palestino independiente o de la fórmula de “dos Estados”.
Pero recalcó la importancia de “avanzar hacia un futuro de paz”. Aseguró que tanto el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, están comprometidos con ello y que su administración está dispuesta a ayudar.
Con no menos firmeza, recalcó la necesidad de combatir el terrorismo.
Nada indica que comience ahora una etapa que pueda provocar una crisis de Gobierno en Israel como la que podría darse, con discusiones en la coalición, si Netanyahu tuviera, por ejemplo, que comprometerse ahora a retiradas territoriales que sus socios rechazan.
Pero por otro lado, el yerno de Trump, que es también su asesor, Jared Kushner, aseguró al jefe de la oposición israelí Itzjak Hertzog, que la intención es “avanzar rápidamente hacia el logro de un acuerdo”.
No los llamaré monstruos, porque a ellos les gustaría este término, les encantaría... desde ahora los llamaré perdedores
La combinación entre la lucha por la paz y contra la violencia estuvo presente a lo largo de su corta pero intensa estadía, en referencia al tema israelo-palestino y también a un marco más general de paz mundial. “Mientras trabajamos por la paz, fortaleceremos la defensa de nuestras naciones”, declaró este martes Trump en Jerusalén, pocas horas después de haber iniciado su jornada en Belén y condenado el atentado en Mánchester.
En referencia a los terroristas responsables de la mortal explosión, Trump dijo: “No los llamaré monstruos, porque a ellos les gustaría este término, les encantaría”, agregando que “desde ahora los llamaré perdedores, porque es lo que son”.
Partiendo de la matanza en Mánchester, Trump volvió a recordar el tema planteado en Riad (Arabia Saudí) ante la cumbre de líderes musulmanes respecto a la necesidad de que “los terroristas extremistas sean expulsados de nuestra sociedad” y de que “la vida sea protegida”.
Al hablar en la Muqata, la sede de gobierno y seguridad en Belén, sobre su llamado a una lucha mancomunada contra el terrorismo, incluyó al presidente palestino Mahmud Abás que lo escuchaba atentamente, agradeciéndole por haberse “comprometido a dar los pasos necesarios para combatir el terrorismo y la ideología del odio”.
Y agregó una frase que en opinión de varios analistas israelíes estuvo intencionalmente dirigida como advertencia al propio Abás. “La paz no puede echar raíces en una atmósfera en la que se tolera la violencia, se la financia y hasta recompensa”, dijo Trump.
Israel acusa a la Autoridad Palestina de glorificar a los responsables de atentados y de dar un mal ejemplo al pagar subvenciones a los familiares de los presos palestinos por ataques.
El otro mensaje clave de la visita fue firmeza ante Irán, al que también acusa de fomentar y financiar el terrorismo. “Los líderes iraníes amenazan a menudo con la destrucción de Israel”, dijo Trump en su discurso central. “Pues no mientras esté Donald J. Trump”, resumió en medio de una ovación de todos los presentes.
La visita de este martes también incluyó una cita en Yad Vashem, el Museo Recordatorio del Holocausto, en Jerusalén, donde Trump dijo que la Shoá, el Holocausto, fue “el crimen más cruel de la historia”.
Los líderes iraníes amenazan a menudo con la destrucción de Israel... pues no mientras esté Donald J. Trump
Otro tema pendiente de la visita fue el esperado anuncio del traslado de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, algo que últimamente ya se entendía no se concretará. Pero los israelíes quedaron satisfechos, por ahora, con las contundentes declaraciones de Trump sobre el vínculo histórico milenario del pueblo judío con Jerusalén. Los palestinos quieren la parte este como la capital de su Estado.
Reunión con el Papa este miércolesEl presidente de EE. UU., Donald Trump, llegó este martes a Roma para una visita relámpago de menos de 24 horas durante la cual será recibido este miércoles por el papa Francisco en el Vaticano.
La reunión se prevé delicada por las posturas tan distintas de ambos en temas como migración y cambio climático, y por la reticencia que mostró Trump, al principio, para reunirse con el pontífice en su primera gira internacional. Autoridades italianas desplegaron un gran esquema de seguridad.
JANA BERIS
Corresponsal de EL TIEMPO
Jerusalén
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