El régimen sirio anunció este jueves la reconquista de Alepo, segunda ciudad del país, su mayor victoria contra los rebeldes desde el inicio de la guerra en 2011.
El último convoy de rebeldes y sus familiares abandonó en la noche del jueves, bajo un clima gélido, el este de la ciudad, donde resistieron durante meses una campaña de bombardeos aéreos y terrestres de inusitada violencia.
“Gracias a la sangre de nuestros mártires y a los sacrificios de nuestras valerosas fuerzas armadas, así como a las fuerzas auxiliares y aliadas (...) el estado mayor de las fuerzas armadas anuncia el retorno de la seguridad en Alepo tras su liberación del terrorismo y de los terroristas y la salida de los que seguían allí”, anunció un comunicado del ejército. “Esta victoria representa un giro estratégico (...), subraya la capacidad del ejército sirio y sus aliados para ganar la batalla contra los grupos terroristas y plantea las bases de una nueva fase para sacar al terrorismo de todo el territorio de la República Árabe Siria”, agregó.
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Afirmó, además, que este logro “será un fuerte incentivo para continuar con el cumplimiento de las misiones nacionales de acabar con el terrorismo y restablecer la seguridad y la estabilidad en todo el territorio nacional”.
Asimismo, las Fuerzas Armadas instaron a todo aquel que lleve armas a que “aprenda la lección” y las abandone, porque, advirtieron, la lucha contra el terrorismo seguirá hasta “la liberación del último palmo del territorio”.
Entretanto, en el oeste de Alepo, los disparos al aire y el ruido de las bocinas de autos inundaron las calles para celebrar la “reunificación” de la ciudad, como la describieron los habitantes de los barrios occidentales. Los tiros al aire en zonas residenciales comenzaron tras la salida de la última tanda de rebeldes del este.
Alepo, la mayor urbe del norte de Siria, fue objetivo de una ofensiva de los rebeldes en julio de 2012 y de otras posteriores que les permitieron hacerse con la mitad oriental. Durante estos más de cuatro años, la población ha estado dividida hasta que el pasado 15 de noviembre el ejército sirio y sus aliados iniciaron una operación en la que arrebataron a sus oponentes varios barrios orientales hasta dejarlos arrinconados.
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Ante las derrotas sufridas, los rebeldes se vieron obligados a aceptar su salida de la ciudad, así como la de los civiles que lo desearan tras un acuerdo entre las partes, que ha permitido la evacuación iniciada el jueves. Sin embargo, el proceso ha sufrido varias interrupciones, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que ha facilitado la evacuación de al menos 34.000 personas que han salido de los distritos sitiados de Alepo desde el pasado 15 de diciembre.
Por su parte, la ONU reveló que calcula que entre 35.000 y 40.000 personas han abandonado el asedio de Alepo, en dirección a zonas rurales de la provincia homónima y a la vecina región de Idlib, controlada casi totalmente por los insurgentes.
Antes del anuncio del Ejército nacional, el presidente sirio, Bachar al Asad, brindó el triunfo en Alepo a sus aliados, Rusia e Irán. El mandatario atribuyó la victoria no solo a las fuerzas armadas sirias, sino también a sus dos principales valedores internacionales, durante una reunión en Damasco con el asistente del Ministerio iraní de Exteriores para los Asuntos Árabes y Africanos, Yaberi Ansari.
Al Asad subrayó que el éxito de sus fuerzas en Alepo supone también un “revés para todos los Estados que son hostiles al pueblo sirio y que han empleado el terrorismo como medio para lograr sus intereses”, indicó la agencia de noticias oficial siria, SANA.
AFP Y EFE
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