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Medio Oriente

¿Quién llenará el espacio dejado por EE. UU. tras salir de Siria?

Varios soldados estadounidenses durante una operación militar contra militantes del Estado Islámico en el distrito de Khot, en la provincia de Nangarhar (Afganistán).

Varios soldados estadounidenses durante una operación militar contra militantes del Estado Islámico en el distrito de Khot, en la provincia de Nangarhar (Afganistán).

Foto:Archivo / EFE

El repliegue estadounidense beneficiaría a Rusia e Irán y no elimina amenaza del EI, dicen expertos.

Diana Hernández
La decisión de Donald Trump de retirar las tropas norteamericanas de Siria, justificada en la idea de que Estados Unidos debe dejar de ser el “policía de Medio Oriente”, puede no ser sorpresiva si se consideran las preocupaciones dominantes entre los votantes republicanos y la inclinación nacionalista del mandatario expresada en el eslogan de campaña “America first” (América primero).
Pero en términos militares esa resolución podría constituir un error garrafal, que dejaría a Washington afuera de una mesa de negociaciones crucial para la definición del equilibrio político de Medio Oriente, según entienden especialistas en seguridad y estrategia geopolítica de la capital norteamericana.

¿Cuál es el sentido de la salida?

Los expertos analizan elementos de la política doméstica norteamericana para tratar de encontrarle un sentido al anuncio presidencial, como las investigaciones abiertas contra el propio mandatario, ya que le encuentran pocas explicaciones lógicas en el plano militar.
Consideran prematuro afirmar que el Estado Islámico (Daesh) está derrotado y ya no representa una amenaza para la seguridad estadounidense; observan que la retirada norteamericana deja un vacío que será aprovechado principalmente por Rusia e Irán. Aunque no sólo por ellos.
“Es un gran regalo de Año Nuevo para el presidente Bashar al-Assad, el Estado Islámico, el Kremlin y Teherán”, afirmó en el Washington Post Victoria Nuland, directora ejecutiva del Centro para una Nueva Seguridad Americana.
El repliegue militar norteamericano, según la experta, “garantiza una marcha atrás en todos los logros militares” en la región, también que “la seguridad se va a desintegrar más aún, Daehs e Irán van a resurgir y Estados Unidos se va a ver forzado a regresar a Siria a un costo militar aún mayor y en condiciones más adversas que si hubiera permanecido”.

Es un gran regalo de Año Nuevo para el presidente Bashar al-Assad, el Estado Islámico, el Kremlin y Teherán

El experto Moisés Naím, investigador destacado del Centro Carnegie para la Paz Internacional, coincidió con ese análisis y resaltó que el retiro de las tropas “es negativo para Estados Unidos porque le quita un puesto en la mesa de negociaciones sobre qué va a pasar en Siria en el futuro”.
Esas sillas nunca quedan vacías sino que otros las ocupan, sostuvo Naím, y en este caso “los más beneficiados con el repliegue estadounidense van a ser Rusia e Irán, además del sirio Al-Assad”. Washington, enfatizó el analista, “queda afuera como protagonista”.

Opinión adversa de partidos políticos

Previsiblemente, el anuncio presidencial fue vituperado por los máximos referentes Demócratas en el Congreso, que lo consideraron “irresponsable” y “apresurado”, además de “peligroso” para Estados Unidos y sus intereses en la región.
Pero las críticas no se limitaron a la oposición sino que se hicieron audibles también en las filas del oficialismo, donde la decisión de Trump desató una pequeña rebelión.
Senadores de peso, como Lindsey Graham, objetaron la medida y urgieron al mandatario a revertir su decisión, que a su entender “es un desastre para la seguridad” norteamericana.
Los desacuerdos en el gobierno quedaron más a la vista tras la renuncia sorpresiva del secretario de Defensa, James Mattis, quien un día después del anuncio del repliegue militar comunicó su decisión al propio Trump. "Debido a que usted tiene el derecho de tener un secretario de Defensa cuyos puntos de vista estén mejor alineados con los suyos. (...) Creo que lo correcto para mí es renunciar a mi cargo", afirmó en la misiva Mattis.
Tropas estadounidenses (d), junto a una milicia de un grupo kurdo en la frontera sirio-turca.

Tropas estadounidenses (d), junto a una milicia de un grupo kurdo en la frontera sirio-turca.

Foto:Archivo / EFE

El espejo retrovisor

Más de un analista recordó que Trump se había referido a su antecesor en el cargo, el demócrata Barack Obama, como el “fundador” de Daesh, ya que el grupo extremista aprovechó a su favor el vacío dejado por Estados Unidos en Irak cuando el expresidente ordenó el repliegue de las fuerzas norteamericanas en 2011.
Según el analista David Adesnik, director de investigaciones y experto en Siria de la Fundación para la Defensa de las Democracias, Trump “está ignorando aquella lección” de la era Obama.
Vemos presentes de nuevo todos los indicadores que podrían decirte que esta es una retirada prematura”, dijo.
El experto en temas de seguridad Seth Cantey, académico de la Washington and Lee University, no alberga dudas de que la retirada norteamericana “es buena para los adversarios de Estados Unidos” en Medio Oriente. Pero no está tan seguro de que sea una decisión errada. Tarde o temprano, dijo en diálogo con la Agencia Anadolu, “Rusia e Irán iban a tener una mayor influencia en Siria porque tienen más intereses allí y porque están dispuestos a hacer un mayor esfuerzo” para permanecer en ese país.

Rusia e Irán iban a tener una mayor influencia en Siria porque tienen más intereses allí y porque están dispuestos a hacer un mayor esfuerzo.

Otros inclusive afirman que dicho retiro de tropas es “una victoria diplomática” para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a juicio del diario francés Le Monde.
Parece que EE. UU. cedió ante la presión del número uno de Turquía (Erdogan)”, agregó el medio de comunicación.
La semana pasada, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había anunciado que en cualquier momento podría iniciar una operación antiterrorista al oriente del río Éufrates, al enfatizar que su país nunca permitirá que se cree un “corredor terrorista” a lo largo de su frontera con Siria.
Desde esa perspectiva estratégica, Estados Unidos cede terreno en un frente en el que quizá no tenía mucho para ganar. Y a esto se suma una segunda evaluación, ligada a la amenaza que representa Daesh.
Esa amenaza, sostuvo Cantey, “va a seguir existiendo más allá de la presencia o no de las tropas norteamericanas”. El retiro estadounidense puede no alterar esa ecuación, aunque sí deja en soledad a los kurdos de Siria, que según el experto eran “la fuerza de Estados Unidos sobre el terreno”.
FRANCISCO SEMINARIO
Agencia Anadolu
Diana Hernández
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