Tres grupos rebeldes sirios proturcos anunciaron este jueves que tomaron el control de la ciudad de Al Bab, último bastión del grupo Estado Islámico (EI) en la provincia de Alepo, en el norte de Siria.
Turquía precisó, sin embargo, que se está procediendo aún con la limpieza de algunos sectores. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) aseguró, a su vez, que los rebeldes conquistaron cerca de la mitad de los barrios de la ciudad, pero que aún permanecían en ella combatientes del EI.
Una corresponsal de la AFP, que pudo llegar hasta Al Bab, vio a rebeldes bailando en las calles, mientras que otros insurgentes, sentados en el suelo, tomaban su desayuno, con aire tranquilo a pesar de los disparos que podían oírse a lo lejos.
Otros, con rostro tenso, analizaban la explosión de tres bombas en su sector. En varios edificios destruidos se podían observar cadáveres de combatientes, visiblemente del EI, y sacos de arena obstruían el paso en las calles.
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"Anunciamos la liberación total de la ciudad de Al Bab y procedemos al desminado de los barrios residenciales", indicó Ahmad Othman, jefe de Sultan Murad, uno de los tres grupos rebeldes que afirmaron haberse apoderado de la localidad.
"El miércoles tomamos el centro de la ciudad, que era el cuartel general del EI (...) Los yihadistas se derrumbaron esta mañana y hemos terminado la operación" afirmó Saif Abu Bakr, jefe del grupo Al Hamza.
La agencia de prensa progubernamental turca Anadolu informó, por su lado, que los rebeldes "apoyados por las fuerzas armadas turcas tomaron el control del centro de la ciudad de Al Bab".
"Hemos matado a decenas de combatientes del EI y evacuado más de 50 familias de Al Bab. Dentro de algunas horas, nuestras fuerzas terminarán de peinar el resto de la ciudad y reforzaremos nuestras líneas de defensa" dijo por su lado Abu Jaafar, del Liwa al Mutasem.
Al Bab, último bastión aún en manos del EI en la provincia de Alepo, es objeto de una ofensiva conjunta desde diciembre por parte de las fuerzas turcas y grupos rebeldes sirios.
Turquía lanzó a fines de agosto una operación militar de apoyo a los rebeldes en el norte de Siria para expulsar de la región al EI y a las milicias kurdas, aliadas de Estados Unidos contra los yihadistas, pero que Ankara considera "terroristas".
Al Bab "es importante porque su pérdida privaría al EI de una importante fuente de ingresos a través de los impuestos" que sacaban a sus 100.000 habitantes, explicó Aaron Stein, investigador del centro de análisis Atlantic Council con sede en Washington. "Era una zona en la que (los yihadistas) se reunían y planificaban ataques contra los sirios y Occidente" añadió.
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El EI conquistó en 2014 vastos territorios de Irak y Siria. El grupo yihadista mantiene aún bajo su control la parte oriental de la provincia de Alepo, cuyo territorio se reparten el régimen, rebeldes, yihadistas y fuerzas kurdas.
Las fuerzas del régimen sirio, que no entraron en Al Bab a petición de Rusia, preparan ahora un ataque contra Al Khafsa, donde se halla una estación de bombeo de agua destinada a la ciudad de Alepo, y que quedó inutilizada tras un saboteo del EI hace mes y medio, según el OSDH.
AFP