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La guerra tóxica del Estado Islámico contra civiles en Mosul
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Cientos de iraquíes han tenido que abandonar sus hogares desde el inicio de la ofensiva contra el grupo EI en Mosul. La ONU estima que más de 150.000 personas serán desplazadas en los próximos días.

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La guerra tóxica del Estado Islámico contra civiles en Mosul

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Los yihadistas queman pozos petroleros para confundir a los pilotos de la coalición.

El espeso humo de los incendios provocados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) para protegerse de los ataques aéreos ha teñido de negro el cielo del norte de Irak, creando un dramático telón de fondo en la ofensiva contra Mosul.

La utilización del humo con fines estratégicos bélicos es tan antigua como la propia guerra, pero las máscaras especiales y la tecnología de que disponen las fuerzas iraquíes dejan los efectos nefastos a los civiles bloqueados en medio del conflicto, en particular los niños, los más vulnerables.

A medida que las fuerzas iraquíes se acercan a Mosul, el EI prende fuego a los pozos de petróleo e incendia neumáticos dentro de la ciudad para desplegar un sistema defensivo para obstruir la visión de los pilotos de los aviones de combate y de los sistemas de satélites del enemigo.

En el área de Al Tina, ubicada al sur de Mosul, también se elevan densas columnas de humo, provenientes de una planta de azufre incendiada por los yihadistas, que el viento esparce por todas partes, mezclándolas con el humo negro de los pozos petroleros.

Según un comunicado de la ONU, entre 600 y 800 personas han solicitado asistencia médica a causa de esta nube tóxica, provocada por el incendio de la planta de azufre. La mayoría de ellas fueron tratadas en un centro en la cercana Qayyarah, pero el médico jefe del lugar señaló que varias tuvieron que ser trasladadas a un hospital mejor equipado de los alrededores.

Los médicos también confirmaron la muerte de dos civiles por inhalación de los gases resultantes de la combustión del azufre. Este incendio fue apagado durante el fin de semana, pero los pozos de petróleo continúan ardiendo desde hace meses.

Los civiles que habitan en los límites de Mosul, en zonas que aún no han sido recuperadas por las fuerzas iraquíes ayudadas por aliados, también se han visto afectados y ven muy limitadas sus posibilidades de recibir tratamiento.

Un médico del hospital Jomhuri de Mosul, contactado por la AFP, quien pidió el anonimato por razones de seguridad, dijo que un número cada vez mayor de habitantes sufre problemas respiratorios.

“Quienes más sufren son las personas asmáticas, sobre todo niños y ancianos”, destacó el médico.

Hacemos todo lo que podemos, pero la escasez de medicamentos en el hospital es cada vez mayor”, se lamenta.

AFP

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