Gaza e Israel vivieron este domingo la séptima jornada de su peor escalada bélica desde 2014, con un casi constante intercambio de fuego entre las milicias palestinas y el ejército israelí, sin que en la región trascendieran detalles oficiales de avances hacia una posible tregua que EE. UU. y otros actores buscan impulsar.
Los bombardeos israelíes de este sábado en Gaza mataron a 42 palestinos, entre ellos al menos ocho niños y dos médicos, la cifra más alta de víctimas en un solo día desde el inicio de la escalada militar el lunes pasado. En Israel, por su parte, no hubo fallecidos este domingo.
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Este nuevo ciclo de violencia ya causó la muerte de al menos 192 palestinos, entre ellos 55 niños, y más de 1.200 heridos. En Israel, donde las alarmas antiaéreas no dejaron de sonar este domingo en localidades israelíes cercanas a Gaza, alrededor de 10 personas han perdido la vida, entre ellos un niño y un soldado, y hay 282 lesionados por los disparos de cohetes lanzados desde Gaza.
De acuerdo con el ejército israelí, los grupos armados palestinos, entre ellos Hamás –en el poder en la Franja de Gaza–, han lanzado más de 3.100 cohetes contra Israel desde el 10 de mayo, el mayor número jamás disparado. La mayoría de estos fueron interceptados por el sistema antiaéreo Cúpula de Hierro.
En Gaza, el balance de fallecidos no dejaba de aumentar mientras los rescatistas se esforzaban por sacar los cuerpos de entre los escombros, ante la mirada horrorizada de los familiares.
Varias decenas de heridos fueron evacuados al vecino Egipto. Tres convoyes, con 263 palestinos heridos a bordo, cruzaron el puesto de Rafah hasta la región egipcia del Sinaí del Norte, indicaron fuentes médicas y funcionarios, para ser atendidos.
En tanto, en Jerusalén, un vehículo embistió al caer la tarde a soldados israelíes que patrullaban el barrio de Sheij Jarrah, en Jerusalén Este. El ataque causó varios heridos, según los equipos de rescate y la Policía israelí, que indicó que había “neutralizado” al atacante, sin precisar si este estaba muerto o herido.
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En su persecución contra las estructuras de Hamás, el ejército israelí anunció en Twitter que “atacó el domicilio de (el jefe político de Hamás en Gaza) Yahya Sinwar y el de su hermano, Mohamad Sinwar, jefe de logística de Hamás”, y publicó un video que muestra graves daños bajo una nube de polvo.
Fuentes de seguridad palestinas confirmaron el ataque a la vivienda de Sinwar, pero se desconocía su suerte.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, justificó este sábado el bombardeo ocurrido el sábado contra un edificio que albergaba los equipos de la cadena catarí Al Jazeera y la agencia de prensa estadounidense Associated Press (AP).
Según el ejército, el edificio albergaba “entidades pertenecientes a la inteligencia militar” de Hamás, acusadas de utilizar a civiles como “escudos humanos”. Reporteros Sin Fronteras (RSF) inició un procedimiento este domingo ante la Corte Penal Internacional (CPI) a raíz de estos bombardeos, al considerar que podrían constituir “crímenes de guerra”, indicó una portavoz.
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Israel bombardeó el 15 de mayo otra torre en Gaza, sede de la agencia AP y de Al Jazeera.
Mohammed Saber. Efe
A su vez, pese a la presencia de Hady Amr, enviado del presidente de EE. UU., Joe Biden, que busca contener la escalada, no se informó de progresos hacia un alto el fuego.
De hecho, Netanyahu instó a seguir con los ataques de represalia contra los grupos islamistas Hamás y Yihad Islámica. “Nuestra campaña contra las organizaciones terroristas sigue con toda su fuerza”, aseguró, al agregar que la campaña actual “todavía llevará tiempo”.
Según informó este sábado la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), más de 38.000 personas se refugiaron en sus escuelas tras evacuar sus hogares por temor a ataques aéreos.
La jornada de este domingo también coincidió con una nueva reunión del Consejo de Seguridad para abordar la situación, donde la mayoría de potencias reclamaron un fin inmediato de las hostilidades, aunque el apoyo de EE. UU. a Israel impidió consensuar un mensaje común que mostrara unidad.
El ministro palestino de Exteriores, Riyad al Malki, denunció este domingo ante la ONU los ataques israelíes sobre Gaza y demandó a la comunidad internacional que los condene y tome medidas para detener esta “agresión” y para acabar con el “apartheid” creado por las autoridades israelíes. “No hay palabras para describir los horrores que nuestra gente está sufriendo”, dijo Al Malki en una intervención por videoconferencia ante el Consejo de Seguridad.
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Por su parte, el embajador israelí ante EE. UU. y la ONU, Gilad Erdan, acusó a Hamás de haber “premeditado” una guerra con Israel y de querer “tomar el poder en Cisjordania”. “Hamás eligió acelerar las tensiones, usándolas como pretexto, para iniciar esta guerra” con Israel, dijo.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó que la primera prioridad es que se detenga la violencia cuanto antes, pero los miembros del consejo no han logrado ponerse de acuerdo en una declaración conjunta.
Según fuentes diplomáticas, EE. UU. ha frenado textos propuestos por otros países, defendiendo que serían contraproducentes y que es mejor dar algo más de tiempo a la diplomacia.
Hoy, en su ronda de reuniones en Israel y los territorios palestinión buscará vías para calmar la situación con el presidente palestinoos, el enviado de Biden en la región, Mahmud Abás.
Aun así, este solo gobierna sobre partes de Cisjordania y no tiene control directo en Gaza, y su capacidad de intercesión desde el inicio de la escalada ha sido residual y no ha calmado las tensiones con Hamás.
AFP Y EFE
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