El martes de la semana pasada el periodista saudí, Jamal Khasoggi, de 59 años, visitaba por segunda oportunidad el consulado de su país en Estambul, Turquía.
Los motivos de la visita a la legación de su país eran poderosos. Buscaba los documentos necesarios para casarse con su novia turca, Hatice Cengiz, quien ese día lo acompañó hasta la sede del consulado y lo espero en la calle mientras él tramitaba los papeles.
Sin embargo, lo espero durante varias horas y no salió.
No se han vuelto a tener noticias de él desde entonces. El consulado aseguró en un comunicado en Twitter que salió del recinto tras el trámite.
Este martes, una persona cercana a la investigación compartió una imagen de un circuito cerrado de cámaras de seguridad, en el que sería el último registro de Khasoggi con vida. La foto fue publicada por el Washington Post.
"I need to know, where is Jamal? I have to know what has happened to him.” https://t.co/kEsXET93zj
— Washington Post (@washingtonpost) 9 de octubre de 2018
Un amigo del reportero, el periodista turco Turan Kislakçi, dijo saber con certeza que agentes saudíes asesinaron a Khashoggi en el interior del recinto. Kislakçi, dirigente de la asociación de prensa turco-árabe, aseveró al diario turco 'Hürriyet' que el cadáver de Khashoggi fue despedazado y sacado del consulado en maletas.
"Fue al consulado con una cita, por lo tanto sabían cuándo iría", explicó un allegado al periodista, Yasin Aktay, que también es una figura del Partido Justicia y Desarrollo (AKP, en el poder). "Había llamado al consulado un poco antes de ir para saber si sus documentos estaban listos, le dijeron que sí y que podía ir", continuó.
El consulado saudí de Estambul rechazó tajantemente en otro mensaje en Twitter la "acusación infundada" de un supuesto asesinato.
La agencia turca Anadolu ya informó hace varios días de que la Policía investigaba la pista de un equipo de 15 ciudadanos saudíes que llegaron en dos vuelos a Estambul, se hallaron en el consulado al mismo tiempo que el periodista y poco después regresaron a su país con varias maletas.
El diario turco 'Sözcü' subraya que pocas horas después de entrar Khashoggi en el consulado, seis vehículos salieron del recinto y que una furgoneta del convoy tenía los cristales tintados, por lo que las cámaras no muestran quién estaba en su interior.
El consulado saudí de Estambul rechazó tajantemente en otro mensaje en Twitter la "acusación infundada" de un supuesto asesinato.
Pero los amigos y colegas de profesión de Khashoggi llevan días realizando vigilias ante el consulado con pancartas que piden la "liberación" del reportero.
Entre los manifestantes ha estado la activista yemení Tawakul Karman, premio Nobel de la Paz en 2001, que acusó a Riad de emplear "terrorismo de Estado". "Están intentando infundir miedo a la gente en otros países. Deberíamos decirles que son terroristas. No hay diferencia entre el terrorismo de Estado y otros terrorismos", clamó Karman.
Jamal Khashoggi alcanzó fama como reportero en los años 80 y 90 del siglo pasado, cuando cubría la guerra en Afganistán y entrevistó repetidamente al fundador de Al Qaeda, Osama bin Laden.
Más tarde, el periodista estuvo cerca de las esferas del poder de Arabia Saudí y de 2003 a 2006 trabajó como asesor del príncipe Turki bin Faisal, exjefe de los servicios secretos saudíes.

Un policía turco y guardias saudíes en el exterior del consulado saudí en Estambul. Ankara ha pedido autorización para realizar una inspección y determinar el paradero del periodista saudí.
AFP
Khashoggi se distanció de la monarquía saudí el año pasado, después del nombramiento del actual príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, y se fue a Estados .
Todos los días grupos de periodistas y activistas de derechos humanos se han manifestado ante el consulado con pancartas con su foto y el lema "No nos iremos sin Jamal Khashoggi". "Si está vivo, exigimos su liberación inmediata", declaró a la prensa Mohamed Okda, consultor político y amigo del periodista. "Si no, quisiéramos saber qué le sucedió exactamente".
'The Washington Post', diario para el que ha escrito el periodista saudí, también llamó a Estados Unidos en un editorial el domingo a "exigir respuestas fuertes y claras" de Arabia Saudita. "Si el príncipe heredero no responde con una cooperación plena, el Congreso debe, primero, suspender todo tipo de cooperación militar con el reino", consideraba el diario.
También afirmaba, citando a un responsable estadounidense al que sus homólogos turcos habrían informado sobre esta cuestión, que "el cadáver de Khashoggi probablemente se descuartizó y se metió en cajas antes de sacarlo del país en avión".
El senador estadounidense Lindsey Graham, aliado de Donald Trump, advirtió este lunes a Arabia Saudita que, si se confirman las informaciones sobre el asesinato de Jamal Khashoggi, las consecuencias para las relaciones entre Riad y Washington serán "devastadoras".
El presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró "preocupado" por la desaparición del periodista. "Espero que esto se solucione. De momento, nadie sabe nada al respecto. Circulan malas historias. Eso no me gusta", declaró este lunes a la prensa en la Casa Blanca.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, pidió este lunes una investigación "exhaustiva" y "transparente" de su aliado Arabia Saudita sobre la desaparición del periodista crítico de Riad, Jamal Khashoggi.
"Llamamos al gobierno de Arabia Saudita a apoyar una investigación exhaustiva de la desaparición del señor Khashoggi y que sea transparente con respecto al resultado de esa investigación", dijo Pompeo en un comunicado, luego de que el presidente Donald Trump expresara su preocupación por el periodista, que desapareció tras ingresar al consulado saudita en Estambul la semana pasada.
Khashoggi se exilió el año pasado en Estados Unidos ante el temor de ser arrestado, tras criticar ciertas decisiones de Mohamad bin Salmán y la intervención militar de
Arabia Saudita en Yemen.
Desde que Mohamad bin Salmán fue designado príncipe heredero, en 2017, Riad promueve una modernización del reino. Pero también se acentuó la represión a los disidentes, con la detención de religiosos, personalidades liberales y activistas feministas.
El mandatario turco no ha aflojado su presión sobre la corona saudí.
"Hacer un seguimiento del caso es nuestro deber, tanto político como humano. No lo podemos dejar pasar", declaró Recep Tayyip Erdogan.
"¿Cómo se puede demostrar que una persona que entró ha vuelto a salir o no? Hay cámaras. Ustedes deberían demostrarlo", exhortó a las autoridades de Arabia Saudí.
Erdogan aseguró que "las autoridades del consulado no se pueden salvar simplemente diciendo 'Salió de aquí". "Si ha salido, ustedes deben demostrarlo mediante imágenes", insistió.
Ni Erdogan ni el resto de las autoridades turcas se han pronunciado sobre la posibilidad de que Khashoggi haya sido asesinado, tal y como han denunciado amigos y compañeros de profesión del periodista, crítico con el régimen saudí.
El Ministerio turco de Exteriores convocó por segunda vez en cuatro días al embajador saudí para transmitirle la petición formal de efectuar el registro y le indicó que esperaba "plena cooperación", señala el diario 'Hürriyet'.
Malos indicadoresArabia Saudí figura en el 169º lugar de la clasificación mundial de libertad de prensa que elabora esta organización, que cuenta con una lista de 180 países.
La represión contra los disidentes, con detenciones de religiosos, de personalidades liberales y de activistas feministas, se ha acentuado desde que el príncipe Mohamed bin Salmán fue designado heredero al trono en 2017.
Khashoggi, que cumplirá 60 años el 13 de octubre, es uno de los pocos periodistas sauditas que han criticado esa represión. En septiembre de 2017 hizo saber que le habían prohibido enviar artículos al periódico 'Al Hayat', que pertenece al príncipe saudí Jaled bin Sultán al Saud. Khashoggi reconoció entonces haber defendido a los Hermanos Musulmanes, calificados por Riad como "organización terrorista".
Redacción Internacional* Con AFP, Efe y Reuters