Estados Unidos y Rusia, que habían suspendido sus contactos sobre Siria, tenían previsto protagonizar este fin de semana dos cumbres internacionales para tratar de parar la masacre de civiles indefensos en ese país, especialmente, en la ciudad de Alepo, controlada de manera parcial por milicias rebeldes opuestas al régimen de Bashar al Asad.
La primera reunión estaba agendada para el sábado, en Lausana (Suiza), y la segunda, para este domingo, en Londres.
A la reunión en Suiza estaban citados los máximos responsables de la diplomacia rusa y estadounidense, Serguei Lavrov y John Kerry, así como los altos representantes de Turquía, Irán y Arabia Saudí, las otras potencias regionales involucradas en este conflicto armado que ya ha costado más de 300.000 vidas.
(Además: El rompecabezas geopolítico que alimenta el conflicto en Siria)
El próximo secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que la crisis de Siria “pone en peligro” a la comunidad internacional en su conjunto, pero se mostró esperanzado en que se llegue a un acuerdo: ha llegado el momento de superar las divisiones de la comunidad internacional sobre Siria, dijo. Sin embargo, el canciller ruso, Lavrov, fue muy poco optimista sobre estos encuentros al señalar que no esperaba “nada en especial” de ellos.
Las cumbres se producen en momentos en que Rusia sigue reforzando su presencia militar en Siria. El Kremlin anunció el viernes que el presidente ruso Vladimir Putin ratificó un acuerdo entre Damasco y Moscú sobre el despliegue por tiempo “indefinido” de sus fuerzas aéreas en el aeródromo militar sirio de Hmeimim. La fuerza aérea rusa se ha vuelto la principal arma del régimen de Al Asad contra las fuerzas rebeldes que buscan derrocarlo, principalmente en Alepo.
Pero además, el lunes Moscú anunció que iba a transformar sus instalaciones en el puerto de Tartús, en el noroeste de Siria, en una “base naval rusa permanente”.
Ambos hechos se suman al veto de Rusia contra una resolución francesa en el Consejo de Seguridad de la ONU, la cual pedía un alto el fuego en Alepo y la prohibición de sobrevolar la zona con aviones de guerra.
El domingo, en Londres, Kerry aprovechará su cita con su homólogo ruso para reunirse también con los ministros de Asuntos Exteriores de R. Unido, Alemania y Francia.
ReaccionesCuatro oenegés internacionales, Save the Children, International Rescue Committee, el Consejo Noruego para los Refugiados y Oxfam International, pidieron la instauración de un alto el fuego por lo menos de 72 horas en la parte rebelde de Alepo para permitir la evacuación de heridos y la introducción de alimentos, medicinas y ayuda humanitaria.
Las fuerzas armadas rusas dijeron esta semana que están dispuestas a garantizar “una retirada segura” a los rebeldes armados de Alepo, así como el envío de ayuda humanitaria a las zonas hasta ahora bajo su control, cuando esta retirada se produzca.
(Además: Este es uno de los crímenes de guerra más flagrantes de la historia moderna / Opinión)
Un clima de guerra se respira en los medios de prensa rusos. En la primera cadena pública, el presentador estrella dijo sin despeinarse que las baterías antiaéreas rusas se alistan para “derribar” a los aviones de EE. UU., mientras que en otros medios se habla de preparación de refugios antinucleares, racionamientos de comida y simulacros de guerra.
EL TIEMPO
Comentar