Los bombardeos se reanudaron este martes en los barrios asediados del este de la ciudad siria de Alepo, después de más de tres semanas de interrupción, aunque Rusia negó cualquier implicación suya o del ejército sirio.
Por su parte, el portavoz de la Defensa Civil Siria en Alepo, Ibrahim Abu Leiz, dijo que unos 70 ataques aéreos de aviones y helicópteros militares golpearon la mitad oriental de la urbe, sitiada por las fuerzas armadas y controlada por la oposición, pero no pudo precisar el origen de los aparatos. Según el portavoz, cuya organización presta labores de rescate en áreas fuera del dominio del Gobierno, al menos cuatro personas murieron y otras 38 resultaron heridas.
Los ataques aéreos estaban suspendidos desde la pausa humanitaria de cuatro días iniciada unilateralmente por Rusia y el Ejército sirio el pasado 20 de octubre, aunque en las últimas 24 horas se presentaron bombardeos en al menos tres hospitales de Alepo, donde varias personas resultaron heridas, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Estos bombardeos coinciden con el anuncio del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, que informó este martes del inicio de una “gran operación de ataques masivos contra Estado Islámico en las provincias sirias de Homs e Idleb”, con la participación del portaaviones ‘Almirante Kuznetsov’. Por primera vez en la historia, el único portaaviones de la armada rusa entró en acción de combate, apuntó Shoigu.
Por otro lado, EE. UU. condenó este martes los nuevos ataques aéreos de Rusia en Siria y advirtió que bombardear objetivos civiles viola el derecho internacional. La portavoz del Departamento de Estado, Elizabeth Trudeau, dijo que Washington había recibido informes de que los últimos ataques de Moscú y el régimen sirio habían hecho blanco en clínicas y hospitales. Asimismo, la ONU hizo un llamado a las partes del conflicto a proteger a los civiles.
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