Las fuerzas iraquíes ralentizaron el miércoles su avance terrestre hacia la ciudad de Mosul, principal bastión del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Irak, en el tercer día de operativos para recuperar el control de la urbe.
Desde el comienzo de la ofensiva, el pasado lunes, las fuerzas iraquíes, apoyadas por las kurdas ‘peshmergas’, han avanzado por el frente sur, este y norte, y han conseguido liberar más de una decena de localidades controladas por los yihadistas, pero ayer sus progresos se han visto disminuidos.
Las fuerzas antiterroristas irrumpieron en la ciudad de Al Hamdaniya, situada a unos 27 kilómetros al este de Mosul, aunque se retiraron de la misma debido a la presencia de focos de resistencia, francotiradores del EI y la existencia de escudos humanos civiles en la zona.
Según las autoridades locales, las bajas hasta el momento se contabilizan por decenas, aunque el Ejército iraquí calcula que el grupo EI cuenta con entre 5.000 y 6.000 combatientes en esa ciudad.
Las organizaciones humanitarias internacionales trabajan sin descanso en el norte de Irak en la construcción de varios campamentos para dar asilo a los cientos de miles de civiles que podrían huir de la batalla por la reconquista de Mosul.
Por otra parte, el EI detuvo a más de 1.000 exmiembros de las fuerzas iraquíes que, antes, habían desertado y jurado lealtad al grupo radical. Ahora, han sido arrestados por miedo a que se rebelen y se vuelvan a unir a las fuerzas iraquíes que se aproximan a la ciudad, en la que ya se han dado algunas muestras de disidencia desde el anuncio del comienzo de la ofensiva para liberarla.
Efe