En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
Una gran cantidad de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos buscando una segunda oportunidad desafían el crudo invierno para cruzar a pie la frontera con Canadá de forma ilegal.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
Canadá ha acogido a casi 40.000 refugiados sirios, el triple de los que llegaron a Estados Unidos en 2016.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
A la frontera también llegan refugiados de Ghana, Yibuti, Nigeria y Burundi.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
Han decidio emprender este viaje en la peor época posible del año.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
El ministro de Inmigración de Canadá, Ahmed Hussen, que también es refugiado somalí, recalcó que el país está recibiendo a las personas con ese estatus legal.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
El pasado 4 de febrero, cinco somalíes dijeron haber caminado durante cinco horas por los campos fronterizos con una temperatura de -30 grados Celsius.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
El aumento de actividad en el cruce de Manitoba podría estar relacionado con la condición de Minnesota como principal punto de llegada de migrantes somalíes a Estados Unidos.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
Marc Prokosch, abogado especializado en inmigración en Minneapolis, señaló que en los últimos años a los somalíes se les hace cada vez más difícil obtener asilo.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
La falta de documentos que prueben la identidad de los inmigrantes empeora la situación y agota las posibilidades para que reciban ayuda.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos reportó que 90 somalíes fueron expulsados del país el 25 de enero.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
"Pero cuando Trump asumió el poder, mis esperanzas murieron ", afirma Seidu Mohammed, uno de los inmigrantes que esperaba pasar la frontera entre Canadá y EE. UU.
En Manitoba, en la frontera entre los estados de Minnesota y Dakota del Norte, lugar clave entre el límite de EE. UU. y Canadá, grupos especializados en ayuda a refugiados dicen que el ritmo de entradas se aceleró desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y tras su orden ejecutiva para impedir el ingreso al país de personas de siete naciones de mayoría musulmana. Aunque la cantidad de cruces ilegales a Canadá es irrisoria frente a los cientos de miles que pasan la frontera sur de Estados Unidos desde México, están creciendo en número. Hay quienes han arriesgado sus vidas para tratar de cruzar a pie esta zona en la peor época de invierno del año.
El viaje fue "la cosa más dura que he hecho nunca ", explicó describiendo una ruta de tres horas sobre el hielo y la nieve. "Mi vida estuvo en peligro de muchas formas ", continuó.