En las áreas más devastadas por el ciclón, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) identifican necesidades de agua potable y atención médica. En Jérémie, Port-à-Piment y Petite Rivière de Nippes han encontrado que los hospitales sufrieron daños y cuentan con poca electricidad. Además, informan que hay un número significativo de sobrevivientes del huracán con heridas infectadas y también hay casos de cólera. "La gente está bebiendo agua de fuentes no tratadas, debido a que los pozos y las redes de distribución de agua están dañados", asegura la organización que realizó 250 consultas médicas el fin de semana y ha atendido a más de 30 pacientes con cólera. Si bien el acceso sigue siendo difícil debido al daño de los puentes y carreteras, MSF está planeando evaluar las necesidades en las áreas montañosas cercanas durante los próximos días.
Un hombre sentado con su hijo en un área devastada cerca de Port Salut, en el sureste de Haití.
En las áreas más devastadas por el ciclón, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) identifican necesidades de agua potable y atención médica. En Jérémie, Port-à-Piment y Petite Rivière de Nippes han encontrado que los hospitales sufrieron daños y cuentan con poca electricidad. Además, informan que hay un número significativo de sobrevivientes del huracán con heridas infectadas y también hay casos de cólera. "La gente está bebiendo agua de fuentes no tratadas, debido a que los pozos y las redes de distribución de agua están dañados", asegura la organización que realizó 250 consultas médicas el fin de semana y ha atendido a más de 30 pacientes con cólera. Si bien el acceso sigue siendo difícil debido al daño de los puentes y carreteras, MSF está planeando evaluar las necesidades en las áreas montañosas cercanas durante los próximos días.
Un hombre muy enfermo se apoya en el refugio improvisado ubicado en el sitio donde estaba su casa en Roche-a-Bateau, que sufrió una destrucción generalizada.
En las áreas más devastadas por el ciclón, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) identifican necesidades de agua potable y atención médica. En Jérémie, Port-à-Piment y Petite Rivière de Nippes han encontrado que los hospitales sufrieron daños y cuentan con poca electricidad. Además, informan que hay un número significativo de sobrevivientes del huracán con heridas infectadas y también hay casos de cólera. "La gente está bebiendo agua de fuentes no tratadas, debido a que los pozos y las redes de distribución de agua están dañados", asegura la organización que realizó 250 consultas médicas el fin de semana y ha atendido a más de 30 pacientes con cólera. Si bien el acceso sigue siendo difícil debido al daño de los puentes y carreteras, MSF está planeando evaluar las necesidades en las áreas montañosas cercanas durante los próximos días.
Bernadette Flode, 62, (a la derecha), su hija y la nieta miran lo quedó de su casa, tras el paso del Huracán Matthew.
En las áreas más devastadas por el ciclón, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) identifican necesidades de agua potable y atención médica. En Jérémie, Port-à-Piment y Petite Rivière de Nippes han encontrado que los hospitales sufrieron daños y cuentan con poca electricidad. Además, informan que hay un número significativo de sobrevivientes del huracán con heridas infectadas y también hay casos de cólera. "La gente está bebiendo agua de fuentes no tratadas, debido a que los pozos y las redes de distribución de agua están dañados", asegura la organización que realizó 250 consultas médicas el fin de semana y ha atendido a más de 30 pacientes con cólera. Si bien el acceso sigue siendo difícil debido al daño de los puentes y carreteras, MSF está planeando evaluar las necesidades en las áreas montañosas cercanas durante los próximos días.
Una niña mira desde la puerta de su casa el desastre, en Roche-a-Bateau, suroeste de Haití.
En las áreas más devastadas por el ciclón, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) identifican necesidades de agua potable y atención médica. En Jérémie, Port-à-Piment y Petite Rivière de Nippes han encontrado que los hospitales sufrieron daños y cuentan con poca electricidad. Además, informan que hay un número significativo de sobrevivientes del huracán con heridas infectadas y también hay casos de cólera. "La gente está bebiendo agua de fuentes no tratadas, debido a que los pozos y las redes de distribución de agua están dañados", asegura la organización que realizó 250 consultas médicas el fin de semana y ha atendido a más de 30 pacientes con cólera. Si bien el acceso sigue siendo difícil debido al daño de los puentes y carreteras, MSF está planeando evaluar las necesidades en las áreas montañosas cercanas durante los próximos días.
Los árboles caídos ensucian la costa entre Port Salut y Roche-a-Bateau, suroeste de Haití.
En las áreas más devastadas por el ciclón, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) identifican necesidades de agua potable y atención médica. En Jérémie, Port-à-Piment y Petite Rivière de Nippes han encontrado que los hospitales sufrieron daños y cuentan con poca electricidad. Además, informan que hay un número significativo de sobrevivientes del huracán con heridas infectadas y también hay casos de cólera. "La gente está bebiendo agua de fuentes no tratadas, debido a que los pozos y las redes de distribución de agua están dañados", asegura la organización que realizó 250 consultas médicas el fin de semana y ha atendido a más de 30 pacientes con cólera. Si bien el acceso sigue siendo difícil debido al daño de los puentes y carreteras, MSF está planeando evaluar las necesidades en las áreas montañosas cercanas durante los próximos días.
Roche-a-Bateau sufrió una destrucción generalizada con muchas casas destruidas.
En las áreas más devastadas por el ciclón, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) identifican necesidades de agua potable y atención médica. En Jérémie, Port-à-Piment y Petite Rivière de Nippes han encontrado que los hospitales sufrieron daños y cuentan con poca electricidad. Además, informan que hay un número significativo de sobrevivientes del huracán con heridas infectadas y también hay casos de cólera. "La gente está bebiendo agua de fuentes no tratadas, debido a que los pozos y las redes de distribución de agua están dañados", asegura la organización que realizó 250 consultas médicas el fin de semana y ha atendido a más de 30 pacientes con cólera. Si bien el acceso sigue siendo difícil debido al daño de los puentes y carreteras, MSF está planeando evaluar las necesidades en las áreas montañosas cercanas durante los próximos días.
Una chica cuelga la ropa delante de su casa destruida, en Roche-a-Bateau.