Las agencias de noticias están atravesando una coyuntura en la que se conjuga la caída de ingresos, que también padecen los medios de comunicación tradicionales; la irrupción de muchas formas tecnológicas baratas de comunicar y mayores retos tecnológicos. José Antonio Vera, presidente de la agencia española ‘Efe’, habló con EL TIEMPO en una visita a Bogotá para participar en el tercer Congreso de Editores de Medios Europa y América Latina Caribe, organizado por Prestomedia Grupo en colaboración con el diario EL TIEMPO, y con el apoyo de la Embajada de Colombia en España y la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI).
¿Qué hace 'Efe' para enfrentar a los competidores tradicionales y los nuevos medios?
Estamos en un escenario amplio con todo tipo de actores que surgen al amparo de los medios digitales, las nuevas tecnologías y las redes sociales. Nosotros lo que consideramos es ser fieles a lo fundamental del periodista profesional. El trabajo riguroso, que es lo que nos tiene que diferenciar de ‘otros tipos periodismo’, que se llaman así, entre comillas, que han surgido y que algunos llaman social o ciudadano, pero que es un periodismo que en ocasiones es poco riguroso y funciona mucho con la rumorología o cosas sin confirmar. Por ejemplo, con el terrible atentado en Barcelona, muchos medios dijeron que había un grupo de integristas que estaban en un restaurante turco y tenían rehenes e iban a hacerse estallar. En ‘Efe’, como tenemos la costumbre absolutamente sagrada de contrastar con al menos tres fuentes una información, hablamos con los Mossos d’Esquadra, la Policía y la Guardia Civil, y como nadie nos confirmó la noticia, pues fuimos el único medio que no la divulgó. Siendo rigurosos en el trabajo logramos que nos respeten, nos tengan en cuenta, porque no nos equivocamos cuando damos una noticia a los medios. Así, cuando damos una noticia a los medios, que son nuestros clientes, saben que es una noticia de verdad y no sujeto a la rumorología.
¿Aparte de la verificación de fuentes, cómo constatan que una fotografía que les llega sea verdadera?
Aparte de los medios técnicos que tenemos, vamos a la fuente en redes sociales y plataformas para verificar el origen, pero si tenemos una duda preferimos no publicarla.
¿Cuál es el arma para enfrentar eso?
En el ‘Libro de estilo de Efe’ o el ‘Manual de español urgente’ mezclamos el uso de la lengua española y algunos usos que se deben tener en cuenta a la hora de confirmar las noticias. Es fundamental. Es que ni siquiera si te llama tu padre o tu madre puedes publicar una información si no la verificas.
Es importante que el receptor final distinga a los medios profesionales, que pueden cometer uno o dos errores, pero que es difícil que lo cometan pues someten a verificación sus informaciones
¿Habría que redefinir el periodismo con las nuevas formas de comunicarnos, los adelantos tecnológicos, las mentiras convertidas en verdades y las verdades contadas a medias?
No sé si redefinirlo, pero creo que es importante que se pueda distinguir entre el periodismo profesional, de verdad, que en un escenario de este tipo adquiere su propia dimensión, y diferenciarlo de otros llamados periodismos que realmente no lo son, sino que son personas que se dedican de manera ‘amateur’ o interesada a hacer un supuesto periodismo. Ahí tenemos a estos ‘hackers’ que presuntamente desde Rusia intervienen masivamente y se dedican a instalar en determinados países informaciones para distorsionar la verdad. Esto no es periodismo; es propaganda, que entre otras cosas siempre ha existido. Es importante que el receptor final distinga a los medios profesionales, que pueden cometer uno o dos errores, pero que es difícil que lo cometan pues someten a verificación sus informaciones.
¿’Efe’ está en una competencia con otras agencias y otras opciones de informarse. Cómo ha afectado esto el negocio?
No nos hemos ido de ninguna región ni país. Además, hemos abierto otros negocios. Tenemos un servicio en inglés para el servicio asiático y otros negocios. Tenemos una capacidad a nivel global que podemos explotar como un modelo de negocio para obtener nuevos ingresos en diferentes ámbitos. Lo que sí es verdad es que la crisis, no solo de los medios sino de la economía, es durísima, lo que ha hecho desaparecer, fusionar o golpear medios y ha ocasionado que nuestros ingresos por esa vía se reduzcan, y hemos tenido que hacer grandes esfuerzos pactados con los empleados de la agencia, lo que ha significado que por algún tiempo todos se han tenido que recortar el salario, pero lo hicimos sabiendo que era una mejor opción que despedir masivamente personas. Todos nos hemos recortado el salario, pero mantuvimos todos los puestos de trabajo.
¿Llegarán los robots para ayudar a los periodistas o a reemplazarlos?
Eso está a la vuelta de la esquina. Algunas empresas se nos han acercado para ofrecernos sistemas robóticos que pueden redactar una noticia de una manera elemental. No como un artículo literario. Nosotros no lo vamos a hacer pues preferimos el factor humano. Lo trabajamos de manera colateral. Lo tenemos funcionando en el museo de Efe, solo para las visitas de colegios o instituciones.
¿Lo van a poner a trabajar en la vida real?
No. De momento no, pues preferimos que las noticias las sigan escribiendo periodistas, de momento. Pero nunca se sabe porque la vida da muchas vueltas y vaya usted a saber si en un mes y medio o en el futuro todo el mundo se ve obligado a utilizar otros medios. Pero nosotros no lo vamos a hacer de manera profesional.
¿Qué opina del ánimo independentista del gobierno de Cataluña y parte de la población?
En Cataluña hay un sector independentista, pero no es mayoritario. En las últimas elecciones, el sector mayoritario fue el de los partidos que no eran independentistas y obtuvieron el 52 por ciento de los votos. Por qué obtuvo mayoría el independentismo. Este fenómeno es un poco nuevo, pues esos partidos eran catalanistas. Ahora, esos partidos son independentistas porque algunos de sus dirigentes han querido dar una vuelta a la tuerca en su ideología, y cuando tienes un dirigente que te quiere llevar a un ámbito, lo hace. Creo que las leyes se pueden cambiar, pero no pisotear. Es importante cambiarlas cuando sea necesario. Pero para cambiarlas hay unos procedimientos correctos como se hace en países democráticos y civilizados. Lo contrario sería una revolución que llevaría a enfrentamientos armados, guerras y sufrimientos, y eso nadie lo quiere y no nos gustaría que sucediera en una comunidad tan querida como Cataluña. Ahora se dice que hubo una votación, pero no la hubo, pues no había garantías. Las votaciones tienen garantías en los Estados democráticos. No hubo un censo electoral válido ni una junta electoral. Por lo tanto, no hubo un resultado electoral. Cuando se quiere hacer un referendo, este debe tener garantías, como el que hubo en el Reino Unido con el ‘brexit’, pues fue un proceso acordado. Lo primero que hay que hacer es lo legal, cambiar las leyes y convocar un referendo.
¿Cómo está viendo la situación de Venezuela?
Con mucho dolor y pena, pues es un país al que se le tiene aprecio. Y en el caso de Colombia está viendo cómo muchos venezolanos están llegando. A España también están llegando. La mayoría de la comunidad internacional cree que en Venezuela deberían darse las garantías fundamentales para que todos los procesos electorales y no electorales sean aprobados por la inmensa mayoría. En España, al finalizar la dictadura de Franco, el 95 por ciento de los partidos acordaron cómo se debería llegar al poder. Y eso se hace negociando, acordando. Si hay una voluntad de llegar a acuerdos, se debe estar dispuesto a ceder. Cuando no hay esa voluntad, pues no se llega a nada. Y eso es lo que sucede en Venezuela.
Lo positivo desde el exterior y lo que se percibe es que Colombia está avanzando en infraestructuras, desarrollo humano, en todos los ámbitos
¿Cómo ve a la izquierda latinoamericana?
La izquierda hoy en día debe funcionar con parámetros democráticos. Si no lo hace y pretende perpetuarse en el poder y además cambia constantemente las reglas del juego para estar en el poder, al final esto es actuar de manera anormal. La izquierda debe actuar democráticamente. Hay ejemplos admirables de izquierda democrática como en el caso de Suecia o la propia España de Felipe González. Pero cuando se desprecian las normas y se quieren cambiar constantemente no se le puede aplaudir.
En Colombia hay una polarización por la implementación de los acuerdos de paz y en vísperas de una campaña presidencial. ¿Cómo lo ven desde Europa?
En Europa no se ve como aquí. Sé que hay polarización, y eso no es bueno para un país. Pero en Europa se ve lo positivo, y al parecer –pues no conozco todas las cuestiones internas del terrorismo– las Farc han dejado de matar, de secuestrar, de extorsionar. Eso es lo más importante. Otros temas derivados son cuestiones internas que pueden polarizar, y lo entendemos pues tuvimos el terrorismo de la Eta. Lo positivo desde el exterior y lo que se percibe es que Colombia está avanzando en infraestructuras, desarrollo humano, en todos los ámbitos, y la Colombia de hace 20 o 25 años no tiene nada que ver con la de hoy. Lo positivo es que se acabó ese terrorismo de la guerrilla de las Farc y así se puede avanzar con mayor tranquilidad.
Efe está en 120 países y 200 ciudades. Tiene 1.200 empleados y otros 1.500 colaboradores. José Antonio Vera (58) trabajó en radio, el diario ABC, fue uno de los fundadores del periódico La Razón y ha creado varias unidades de negocio en la agencia noticiosa. El producto bajo demanda es el más rentable y consiste en que una empresa o institución encarga videocomunicados, exposiciones, foros o trabajos relacionado con su visión corporativa. “Es una de las vías que nos permiten diversificar nuestros ingresos y es lo que están haciendo las agencias de noticias”, asegura.
HOLMAN RODRÍGUEZ M.
Redactor - EL TIEMPO@holmanrodriguez
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