A las 10:57 de la mañana, el vuelo 387 de JetBlue aterrizó el miércoles en el aeropuerto de Santa Clara, el tercero en importancia de Cuba, y se convirtió en el primer vuelo regular entre EE. UU. y la isla, en 61 años.
Procedía de Fort Lauderdale (Florida) con 150 pasajeros. Al salir de EE. UU. y al aterrizar en suelo cubano, el Airbus A320 fue rociado con agua en el tradicional rito de inauguración de una ruta comercial.
Lea también: El turismo desató una nueva 'revolución' en Cuba
Fuera de los periodistas invitados, en el avión también estaba el secretario de Transporte estadounidense, Anthony Foxx; el director ejecutivo de JetBlue, Robin Hayes, y una tripulación de cinco cubanoestadounidenses.
Este jueves será Silver Airways la que llegue a ese mismo aeropuerto. Y el 7 de septiembre lo hará American Airlines, además de Frontier, Southwest y Sun Country, que cubrirán rutas con nueve ciudades de la isla partiendo de Miami, Chicago, Minneapolis y Filadelfia a nueve aeropuertos cubanos. La décima ruta, la más codiciada, es La Habana, pero está aún sin asignar, pues según las autoridades estadounidenses todavía estudian las peticiones para posarse en el principal aeropuerto por el nivel de tráfico de Cuba. (Además: El aeropuerto de La Habana será renovado con mano de obra india)
El precio promedio de los tiquetes rondaba los 550 dólares –más de 800 si el viaje comenzaba en Nueva York–. Pero seguro, con los vuelos regulares, el costo se reducirá. JetBlue cobra por ahora 99 dólares por un trayecto y 210 por ida y vuelta.
Esta circunstancia ayudará a la mayor llegada de viajeros de ese país, a pesar de que sus ciudadanos tienen prohibido hacer turismo en Cuba, el único país del mundo que no pueden visitar a causa del embargo unilateral aún vigente e impuesto cuando se suprimieron los vuelos comerciales.
El interés que despierta Cuba se traduce en el aumento de los vuelos: en los seis primeros meses del 2016 se han registrado 3.452. Todas estas líneas aéreas, conocedoras de que el transporte de bienes es importante, dejarán transportar gratis hasta dos maletas. Y American lo extenderá hasta cinco bultos pagando el exceso de equipaje.
El aumento cercano al 90 por ciento de estadounidenses que han arribado a la isla desde el restablecimiento de relaciones en el 2015 se debe a la flexibilización propiciada por Barack Obama. Llegan amparados por el paraguas de visitas familiares, contactos religiosos, contactos pueblo a pueblo, viajes culturales, de negocios, de periodistas y viajes educacionales.
La única condición es que no pueden alojarse en los hoteles de las miles de playas que tiene Cuba; pero pasean en almendrones, comen en las “paladares” y compran artesanías, habanos y ron sin problema.
Antes de que se concretara este y el resto de los vuelos, muy fáciles de reservar en las diferentes páginas web de las aerolíneas, las autoridades aeronáuticas cubanas salieron al paso de algunos comentarios que dudaban de la seguridad de los aeropuertos y dieron garantías de que todos los aeropuertos cumplen estándares internacionales de seguridad y atención aeroportuaria.
MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
LA HABANA.